La firma alemana presentó BMW I, una submarca que desarrollara productos para satisfacer las necesidades de movilidad sustentable. Bajo esta denominación se lanzará, en el 2013, el megacity vehicle, que llevará el nombre BMW 13.
Mientras la industria automotriz del Japón se posicionaba como pionera de la movilidad sustentable primero con los exitosos modelos híbridos lanzados al mercado y luego con la producción en serie de autos eléctricos— parecía que las grandes compañías alemanas se quedaban atrás.
Sin embargo, este no es el caso de BMW, que desde hace tiempo apretó el acelerador en esta carrera y, en 2011, lanzó BMW i, su propia submarca enfocada en desarrollar soluciones de movilidad sustentable.
La historia de BMW i se remonta al trabajo integral de BMW, primero con su estrategia EfficientDynamics, el programa de la firma que tiene como objetivo aplicar tecnologías que permitan reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2 sin afectar el «placer de conducir”.
Para BMW, EfficientDynamics es el eje que conduce a todos los sectores dedicados al desarrollo de nuevos modelos.
Luego, en el 2007, la marca bávara puso en marcha el «Project i», un think tank formado por expertos y pensadores de toda la empresa, que tomó la responsabilidad de desarrollar esta nueva línea de productos.
El proyecto se inició con investigaciones relativas a cuestiones de movilidad y necesidades de los clientes en el futuro, y muy pronto quedó claro para los expertos que el primer nivel de desarrollo sería un automóvil que pudiera desplazarse de la forma más ecológica posible, es decir, sin generar emisiones de CO2.
Al mismo tiempo, ese auto debería satisfacer las necesidades de la movilidad urbana actual. Así nacía la idea del Megacity Vehicle (MCV), la primera incursión de producción en serie de BMW en el campo de la electromovilidad, que se lanzará al mercado en el 2013, como BMW i3.
Un poco de historia
Podríamos decir que la historia de éxito del «Project i» comenzó en la Primavera del 2008, con el Mini E. Con el fin de reunir cuanto antes información práctica sobre la experiencia de conducción de un automóvil eléctrico en ciudades, la firma puso unos 600 modelos de la marca Mini, con motor eléctrico, en manos de clientes en Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos. Así se inicio el trabajo de campo para el desarrollo del MCV, que continúa en el 2011 con el ActiveE, otro BMW exclusivamente eléctrico, pero con capacidad para cuatro personas y maletero, el cual también brindará información clave al proyecto.
Estrategia & Negocios pudo participar de las pruebas de conducción del Mini E, en el marco del evento Innovation Days Mobility of the Future, realizado en Munich el año pasado, y constatar durante un recorrido trazado dentro la ciudad, la capacidad del motor eléctrico, que acelera de 0 a 100 km/h en 8,5 seg, y lo hace en forma continua, por lo tanto, enseguida puede alcanzar su velocidad máxima.
El auto —con capacidad para dos personas, pues la parte trasera es ocupada por las baterías— se siente liviano y ágil al conducir. Como todo vehículo eléctrico, no emite ningún ruido y tiene también la particularidad de la disminución drástica de velocidad cuando se quita el pie del acelerador, que funciona entonces como un pedal de conducción, ya que la reducción de velocidad se puede manejar, en ocasiones, sin siquiera tocar el freno. Los primeros resultados que BMW obtuvo en Berlín y Estados Unidos mostraron que más del 90% de los participantes no se vieron limitados en sus hábitos de movilidad por los 150 km de autonomía media que tiene el vehículo. Solo un pequeño número de trayectos no pudieron realizarse con el Mini E y las razones fueron, por lo general, la falta de un maletero y la capacidad de solo dos personas en el vehículo.
BMW i3
A partir de estas pruebas, con automóviles concebidos para motor de combustión y luego adaptados al formato eléctrico, la firma alemana trabaja sin pausa en su primer modelo diseñado para ser eléctrico. El BMW i3, antes conocido como el Megacity Vehicle, será el primer auto de BMW Group producido en serie para grandes ciudades e impulsado únicamente con energía eléctrica.
La compañía confirmó, en noviembre del 2010 y en un evento que contó con la presencia de la canciller alemana Angela Merkel, que el MCV se producirá en la planta de BMW en Leipzig (Alemania), por lo que hasta el 2013 la firma invertirá allí 400 millones de euros, que la convertirán en la primera con capacidad para producir vehículos eléctricos en gran escala en el país.
En cuanto a las características técnicas, el BMW i3 será el primer automóvil fabricado en volumen a escala mundial, con un compartimiento para pasajeros hecho con plástico reforzado de fibra de carbono (PRFC), un material de alta tecnología que es un 50% más ligero que el acero, con igual resistencia, y un 30% más liviano que el aluminio.
El motor eléctrico que incorporará este modelo tiene un rendimiento muy superior a los 100 kW y, a diferencia de los motores de combustión, dispone de toda la potencia del motor desde el momento del arranque.
La potencia se transmite directamente a las ruedas a través de una sola etapa de cambio, sin necesidad de una caja de varias marchas. Esto significa que el vehículo eléctrico acelera de cero a la velocidad máxima con una sola marcha. Es en la velocidad máxima, de 150 km/h, donde el rendimiento no se compara con los motores de combustión; sin embargo, debido a que el uso está pensado fundamentalmente para las ciudades y su entorno, BMW considera que este valor es razonable. De acuerdo con la firma alemana, el mayor reto no es la velocidad, sino el perfeccionamiento del acumulador de energía. Debido a características relativas a la densidad de energía y al peso, este es actualmente el aspecto que más trabas pone a la electromovilidad.
Aunque de momento en una batería sólo se puede acumular una cantidad limitada de energía, esto se compensa en parte con el rendimiento de un motor eléctrico, que alcanza incluso el 96% de uso de la energía disponible, mientras que un motor de combustión aprovecha como máximo un 40% de la energía del combustible.
Alemania es uno de los países que está apostando por los avances en este campo como política de Estado.
Hace un año, la canciller Angela Merkel anunció que el gobierno duplicará los incentivos a la investigación y el desarrollo en el ámbito de la movilidad eléctrica, por lo que el apoyo gubernamental alcanzará 1.000 millones de euros. El objetivo es que Alemania cuente con un millón de vehículos eléctricos activos en su flota automotriz para el 2020, y que esta cifra ascienda a 6 millones en el 2030.
Híbridos
En Alemania, Estrategia & Negocios tuvo la oportunidad de conducir los modelos híbridos de BMW, con el espectacular paisaje de la región de Baviera como telón de fondo, en un recorrido de más de 300 km que se inició en Munich y, previo pasó por el famoso castillo de Neuschwanstein, finalizó en la misma ciudad, sede de BMW.
Iniciamos el recorrido a bordo del BMW ActiveHybrid X6, que combina un motor V8 de gasolina y motores eléctricos, de forma tal que reduce el consumo y las emisiones de CO2 en un 20%. Con la tecnología BMW ActiveHybrid es posible conducir únicamente con electricidad, o sólo con el motor de combustión o combinando ambos tipos de propulsión. En la modalidad de conducción con motor eléctrico, sin generación de CO2, se alcanza una velocidad de 65 km/h. Si se aumenta la velocidad, automáticamente se conecta el motor de combustión y en fases de deceleración a velocidades inferiores a 70 km/h, se vuelve a desconectar.
El X6 híbrido es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos, y su consumo promedio es de 9,9 litros por 100 kilómetros, mientras que el valor de CO2 es de 231 gramos por kilómetro.
Para el regreso, los representantes de la firma alemana nos tenían preparado un automóvil BMW ActiveHybrid 7, que también está equipado con un motor V8 de gasolina con tecnología BMW Twin-Power Turbo, combinado con un motor eléctrico.
La potencia del ActiveHybrid 7 es notable, ya que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,9 segundos. Sin embargo, el consumo promedio es de tan solo 9,4 litros a los 100 km, y el valor de CO2 es de 219 gramos por km.
Fuente: Revista Estategía & Negocios, p. 48-50.
Por: Cecilia Córdoba.
Publicada: Julio 2011.