Los glaciares son muestra evidente del flujo del tiempo, en ellos se acumula más de un 75% del agua dulce del mundo, la cual es liberada paulatinamente en épocas de precipitación escasa.
Siendo los glaciares producto del clima y sus cambios, en las últimas décadas se ha podido observar el deterioro que han tenido, dependiendo la velocidad de transformación de la humedad y temperatura ambiental.
De acuerdo al Banco Mundial, estudios recientes indican que en las altas cumbres andinas la temperatura media se está elevando más rápido que en el resto del mundo, situación alarmante no solo para los habitantes de la zona, sino para el resto del planeta.
Los glaciares en Bolivia son de roca y se encuentran distribuidos a lo largo de las montañas de los Andes Bolivianos. Se tiene una evidencia fotográfica del deterioro, con un inventario que muestra imágenes satelitales históricas, comparadas con la situación actual.
El deshielo que se está provocando en los glaciares de Bolivia afecta directamente a la agricultura y la ecología, ya que el agua que abastece cada vez es menor, afectando a los ecosistemas que dependen de ella, no solo las poblaciones rurales, también ciudades como La Paz y El Alto, están comenzando a tener dificultades, debido además al crecimiento poblacional.
Lo que se propone es una adaptación de la población, ya que hasta ahora no se tiene una solución para evitar el deshielo y los efectos del cambio climático, sin embargo Banco Mundial ha tomado acciones para enfrentar el impacto, así como analizar y desarrollar planes para que en el futuro afecten de una menor manera, buscando fuentes alternas que provean del recurso hídrico.
Se busca una conciencia colectiva para este tema, mejorando el entendimiento del fenómeno del deshielo glaciar, además se capacita para mejorar la eficiencia en la distribución del agua potable, así como de una agricultura más tecnificada y cuidadosa con este recurso.
