La pobreza, especialmente en las favelas, hace que personas sin recursos recurran a la prostitución
Brasil espera la llegada de unos 600.000 turistas extranjeros y el desplazamiento interno de tres millones de brasileños por las 12 ciudades sede del Mundial. Y entre esta cantidad de visitas, las autoridades estiman que un porcentaje importante acude no solo atraido por el fútbol, sino por el llamado turismo sexual.
El gobierno ha decidido abordar el problema e intentar que se produzca, y es por ello que el ministerio de Justicia ha prohibido desde el jueves la entrada en Brasil de extranjeros «condenados o involucrados en denuncias relacionadas con pornografía o explotación sexual de niños y adolescentes».
Esta medida se suma a la adoptada un día antes, mediante una nueva ley sancionada por la presidenta Dilma Rousseff, según la cual se tipifica la explotación sexual infantil como «delito hediondo». Con esta nueva calificación la pena máxima a la que se podrá condenar a los implicados en el delito de la explotación sexual, será de 10 años.
Para poder cumplir con la prohibición aprobada el jueves, los agentes de inmigración brasileños consultarán con las bases de datos de la Interpol, la Policía Federal y las denuncias hechas al servicio telefónico para denuncias de explotación sexual en Brasil, conocido como el «Marque 100».
Brasil no dispone de datos sobre la explotación sexual infantil en el país, pero el «Marque 100» registró 124.000 denuncias sólo en 2013 que aludían a violaciones de los derechos de los menores, de las que un 26 por ciento hablaban de violencia sexual. Además, en 2010, UNICEF estimaba que en Brasil podía haber unos 250.000 niños que se prostituían con menos de 14 años.
Fuente: ABC.es
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