El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) consideró que, a través de su cuenta de X, Elon Musk ha realizado ataques a la justicia brasileña e incitado a la desobediencia civil, ya que amenazó con no acatar las peticiones de bloqueo de algunas cuentas que la autoridad brasileña le solicitó. Esto ha iniciado una investigación por parte de la corte de Brasil vs Elon Musk en la que se le acusa de “manipulación criminal y dolosa” y obstrucción de la justicia.
Musk también será investigado por presunta instrumentalización penal deliberada de X, como parte del proceso que el STF ha emprendido en contra de diversas personalidades mediáticas consideradas “milicias digitales”, a quienes se atribuye la divulgación de noticias falsas difamatorias y amenazas contra los jueces del Tribunal. Te contamos cuáles fueron las supuestas declaraciones incriminatorias de Musk.
La corte de Brasil vs Elon Musk
El domingo pasado, el Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó abrir una investigación en contra del propietario mayoritario de X, quien, de acuerdo con el juez Alexandre de Moraes, se acusa por un comportamiento de obstrucción a la justicia brasileña, incitación al delito, amenaza pública tanto de desacatar las órdenes de la corte, como de futura falta de cooperación con la autoridad por parte de la plataforma.
Anteriormente, el juez y presidente del STF, Alexandre de Moraes,inició investigaciones sobre presuntas fake news propagadas en redes sociales, así como de producción y publicación de contenido que buscaba perjudicar el sistema democratico del país, las cuales se relacionaron con la perpetración del golpe de estado del 8 de enero de 2023, hechos por los que también el ex presidente Jair Bolsonaro fue investigado.
Luego de esta pesquisa contra las supuestas “milicias digitales”, X fue instada a bloquear varias cuentas, en su mayoría de simpatizantes de Bolsonaro. Estas medidas del STF, al parecer, incomodaron al también propietario de Tesla, quien procedió a hacer públicas sus inconformidades.
Las declaraciones de Musk vs STF
El día 6 de abril posteó un comunicado del corporativo de X en el que denuncian que han sido obligados por la autoridad brasileña a bloquear cuentas sin saber por qué infringen la ley, bajo advertencia de multas diarias si no cumplen con la orden. Además, aseguran que estas medidas infringen la constitución brasileña y van en contra del derecho de libre expresión de los ciudadanos de esta nación.
Posteriormente, el 7 de abril Musk arremete contra Moraes y sugiere que debería renunciar a su cargo o ser acusado por sus faltas a la constitución:
“𝕏 publicará todo lo exigido por @Alexandre y cómo esas solicitudes violan la ley brasileña. Este juez ha traicionado descarada y repetidamente la constitución y al pueblo de Brasil. Debería dimitir o ser acusado”
Elon Musk vía X
Además, Musk tuiteó que quitaría las restricciones a las cuentas bloqueadas debido a los mandatos del Tribunal, aunque estas acciones pudieran poner fin a sus operaciones en Brasil.
Estas publicaciones dieron inicio a las investigaciones del Tribunal de Brasil vs Elon Musk, el cual, según el juez Alexandre de Moraes, comenzó el sábado una campaña de desinformación pública sobre los actos del Tribunal y prosiguió con su aviso de desacatar las órdenes de este.
De acuerdo con información de El Financiero, Moraes le advirtió al multimillonario que, en caso de realizar el desbloqueo de las cuentas incurriría en una multa de 20 mil dólares diarios por cada cuenta liberada a pesar de las órdenes de la justicia y que los responsables serían detenidos por el incumplimiento de la ley. Para el domingo, X no había difundido información sobre las restricciones que el STF le pidió, ni desbloqueado cuentas.
¿Moraes dictador o defensor de la democracia?
La opinión en torno al presidente del STF, Alexandre Moraes, está dividida entre sus adeptos, quienes consideran que su proceder férreo tiene un respaldo jurídico y en favor de la defensa de la democracia, mientras que sus detractores piensan que se ha erigido como una amenaza a la libre expresión y sus medidas de censura autoritaria han propiciado que se le juzgue como fascista.
El debate está abierto y va más allá de un enfrentamiento entre individuos con diversos intereses personales o políticos, ya que esta situación, efectivamente, pone en riesgo la libertad de expresión y asociación de los ciudadanos brasileños, quienes podrían ser víctimas de violaciones a sus derechos humanos.
Aunque las redes sociales tienen la responsabilidad de vigilar el contenido que circula en sus plataformas, debido a los impactos sociales que este puede tener, la línea entre la censura y la seguridad podría llegar a malinterpretarse. Por ende, si el gobierno interviene en la restricción de contenidos, como parte de sus funciones para garantizar el cumplimiento de la ley, debe hacerlo a través de una comunicación efectiva de los fundamentos de tales procederes, y mediante un proceso que respete el marco jurídico, dos cuestiones que, probablemente, han hecho falta en esta batalla legal de la corte de Brasil vs Elon Musk y las presuntas “milicias digitales”.
Tanto empresas, como individuos, tienen derecho a saber por qué se les imponen restricciones o multas, y a acceder a las pruebas incriminatorias. Además, cuando las restricciones afectan a terceros, no es plausible sólo imponer una medida, sin, al menos, dar razones. La transparencia de la información y el debido proceso también son derechos de los ciudadanos.
