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Buscan una CFE más verde

La meta es que una tercera parte de la energía llegue de fuentes renovables

El perfil que se tiene para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en los siguientes años es de una empresa que produzca energía pero con mayor aportación de fuentes renovables. La meta transexenal es que se pueda tener una matriz energética donde al menos una tercera parte provenga de fuentes verdes, sin embargo, en la contabilidad de la empresa, están las grandes hidroeléctricas.

De acuerdo con la CFE en el Río Santiago, donde se construyó La Yesca y El Cajón, se tiene espacio para una nueva central hidroeléctrica del mismo tamaño, 700 Megawatts, que le permitirían al occidente del país mayor capacidad de manejo de agua para producir electricidad.

Y además se tiene pendiente la hidroeléctrica La Parota, de otros 900 Megawatts, que además de fortalecer la red eléctrica nacional resolverá por 50 años los problemas de agua de Acapulco al regular el cauce del Río Papagayo.

La Secretaría de Energía tiene un estudio de los tipos de energía que se pueden explotar para detonar inversiones privadas en temas de cogeneración.

El potencial económicamente competitivo de la cogeneración en el país asciende a 8 mil Megawatts de capacidad, lo que implicaría una inversión de más de 100 mil millones de pesos y podría generar hasta 50 mil nuevos empleos.

Cooperación con Pemex

Además de estos proyectos se ha buscado que Pemex se involucre en este tipo de iniciativas. El año pasado, por ejemplo, inauguró su primer proyecto de cogeneración de electricidad a gran escala donde invirtió 6 mil 400 millones de pesos.

Se trata de un proyecto bajo el esquema de prestación de servicios por un tercero, Abengoa y GE, y contrato a 20 años.

La planta de cogeneración Nuevo Pemex es la más grande de América Latina y le permitirá a la paraestatal ahorros de más de 160 millones de dólares anuales y enviar energía eléctrica excedente a sus 190 centros de trabajo.

Se van a ahorrar 166 millones de dólares en combustible y 14 millones en mantenimiento y rehabilitación de equipo al año y la planta reducirá en casi 1 millón de toneladas la emisión de bióxido de carbono a la atmósfera, lo que equivale a sacar de circulación 200 mil coches.

Leopoldo Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), dice que las fuentes de energía verdes en el sexenio serán importantes y no solo por el gobierno sino porque se espera gran participación de la iniciativa privada y empuje de los consumidores.

A saber, en el Istmo de Oaxaca hay proyectos de empresas como Bimbo, Cemex, Apasco y Walmart, entre otras, que asociados a desarrolladores empujan la construcción de granjas eólicas para usos privados aunque usando la red pública.

Desde su punto de vista se puede pensar que las energías verdes van a servir para crear un mercado donde lo importante sea el impacto en el medio ambiente más el costo de la energía.

Hoy, dice, los consumidores tienen claro el precio de la energía a largo plazo, saben cuánto les costará su electricidad independientemente de cómo se mueve el mercado de hidrocarburos.

Ahora, pese a las ventajas de la energía eólica, la competencia que tienen es con los desarrollos del gas natural y el programa de gasificación puesto en marcha desde noviembre de 2011.

Así el perfil verde de la CFE pasa por la importación de gas natural y la necesaria infraestructura para traerlo desde Estados Unidos en donde el precio del mismo se mueve entre los 2.5 y los 3.5 dólares por millón de BTU’s.

La intención actual es cambiar el uso de hidrocarburos por combustibles limpios para producir electricidad y por eso la CFE apresuró sus licitaciones para surtir con gas natural la generación de energía eléctrica en plantas del noreste del país.

Todos estos ductos conforman un circuito que alimentará las plantas de Topolobampo, Guaymas, Mazatlán y Puerto Libertad. Este sistema Norte-Noroeste quedó en manos de Sempra y TransCanada y garantizan la infraestructura de transporte de la paraestatal.

Queda pendiente el gasoducto Los Ramones contemplado en los planes de Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB) que estaría funcionando en el 2018 con un tubo de 36 pulgadas. Este proyecto, aunque de Pemex, es parte de un proceso de compras de gas en Estados Unidos.

Hoy se espera que se ponga en marcha en el primer trimestre del año dada la demanda de gas que ya existe, el proyecto está contemplado con una capacidad de 5 mil millones de pies cúbicos diarios.

Los Ramones tienen tres fases: un tubo de 48 pulgadas de 100 kilómetros que va de Agua Dulce en EU a Frontera y Ramones en Reynosa; otro de 42 pulgadas a Apaseo el Grande en Guanajuato de 700 kilómetros, y otro más de 24 pulgadas de 200 kilómetros de San Luis Potosí al estado de Aguascalientes.

Fuente: El Universal

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