Najat Rochdi es doctora en Matemáticas e ingeniera en Ciencias de la Computación. Actualmente ocupa el cargo de directora adjunta en Política, Comunicaciones y Operaciones en la oficina de enlace del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Ginebra. Entre 2003 y 2008 fue directora regional de Tecnologías de la Información y la Comunicación en la región árabe para el PNUD. Ha ocupado diversos cargos de responsabilidad en los Emiratos Árabes, en programas de impulso de las TIC para reducir la pobreza, mejorar el rendimiento de la administración pública y la participación del sector privado en el proceso de desarrollo.
Ha intervenido en el grupo de alto nivel de expertos en TIC creado por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan. Su ponencia «Innovando en el uso de las TIC para el desarrollo humano», en la inauguración del II Encuentro internacional de las TIC para la cooperación al desarrollo, puso sobre la mesa algunos de los retos de futuro en este ámbito. Éstas fueron algunas cuestiones que abordó en su visita a Gijón.
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009021100_35_724945__Gijon-Cada-euro-invertido-desarrollo-debe-tener-utilidad-para-erradicar-pobreza
-¿Cómo va a afectar la crisis a la financiación de las actividades de cooperación?
-En épocas de crisis es cuando más se debe reforzar el apoyo a las actividades de cooperación al desarrollo. Hace diez años el sector privado se entregaba más por pura filantropía, pero con la entrada en vigor del concepto de responsabilidad social corporativa las empresas han visto que su implicación es la mejor manera de impulsar el mercado. Ahora mismo, la situación es dramática y estamos viendo situaciones trágicas en todo el mundo; pero para nosotros, los que trabajamos en el ámbito de la cooperación al desarrollo, es más porque corre peligro de que se pierdan oportunidades para actuar. La ventaja de esta crisis es que está cambiando la perspectiva sobre la cooperación al desarrollo y se está implicando a los pueblos para que ellos se hagan cargo de sus propias vidas.
-¿Cuáles son los retos para el futuro?
-Hace falta mucho esfuerzo por parte de todos, pero los agentes de cooperación y la Universidad han demostrado que son conscientes de ello.
-¿Qué se está haciendo desde el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo?
-Desde Naciones Unidas existe una experiencia de quince años en el campo de las TIC, pero ahora lo que toca es innovar, aplicar las ideas. Cada euro o cada dólar invertido en desarrollo debe tener una utilidad en la erradicación de la pobreza. Cuando hablamos de pobreza, no nos referimos sólo a la falta de recursos económicos, sino también a la pobreza social e informativa de los pueblos. En la última cumbre de desarrollo de la ONU todos los jefes de Gobierno se dieron cuenta de la necesidad de actuar y de que todavía estábamos muy atrasados.
-¿Cómo se puede innovar en el uso de las TIC para el desarrollo humano?
-Tenemos recursos y tecnología, pero es necesario llevarlos a donde más falta hacen. Es necesario un nuevo multilateralismo en el que todos los países se reúnan en torno a un mismo objetivo: optimizar las TIC como palanca para la transformación y el desarrollo humano para llevar adelante la llama de la justicia, la paz y la prosperidad. Las TIC están abriendo una nueva etapa de democratización.
-¿Hacia dónde deben dirigirse las inversiones?
-Hemos de invertir en las personas como principal activo. Nos encontramos ante una nueva era digital en la que las tecnologías móviles y las redes sociales han logrado que la innovación sea posible. A finales del año pasado casi 4.000 millones de personas tenían acceso a un teléfono móvil, y sólo en 15 meses se contabilizaron más de dos millones de descargas en «Youtube». Cuando las TIC se usan para el desarrollo humano, tienen un potencial de progreso tal que en el pasado requería de varias generaciones; por tanto, debemos innovar. Las innovaciones representan el cambio consumado.
«Las tecnologías de la información y la comunicación han abierto una nueva etapa de democratización»
Fuente: Ine
