Cada seis meses egresan miles de jóvenes que buscan un empleo «seguro» en donde se les otorgue prestaciones de ley y que además obtengan un salario justo por todos los años que han estudiado, sin embargo, lamentablemente esto sigue siendo una Utopía para muchos.
Algunos de los jóvenes no encuentran si quiera un trabajo que esté alineado con la carrera que estudiaron y los que sí están encontrando trabajo, lo obtienen sin tener los derechos laborales suficientes, es decir, que no tienen prestaciones de ley, trabajan más de ocho horas, tienen un salario precario y además no tienen seguro social.
De acuerdo con el Informe del Observatorio de Salarios 2018, únicamente el 31.9% de los jóvenes de entre 15 y 20 años, cuentan con las prestaciones mínimas de la ley, mientras que el 50.6% no tiene prestación alguna.
El 66% de la población joven asalariada no tiene seguridad social y únicamente el 34% sí cuenta con este derecho laboral.
Desde que en México se empezó a implementar la «flexibilidad laboral» cuando se realizó la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2012, se facilitaron las condiciones de contratación, sin embargo, esto se traduce en una situación de precariedad permanente en la juventud ocupada.
De acuerdo con cifras de la IBERO, esta es una tabla de la población joven con y sin seguridad social:
Actualmente el 52% de los jóvenes sobrevive con un salario por debajo de la Línea de Bienestar (canasta de alimentos, bienes y servicios básicos) según Miguel Santiago Reyes Hernández, coordinador institucional del Observatorio y quien presentó los resultados del informe.
La calculadora de salario vital del Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT, por sus siglas en inglés), los salarios mínimos idénticos a la línea de pobreza serán «salarios de pobreza», no dignos no suficientes, porque únicamente garantizar no caer en situación de pobreza, estando al límite de ella.
Entre 2014 y 2017 vemos que hay una tendencia a precarización en ingresos, no solo estancamiento, sino que la gente que se incorpora lo hacen en baja remuneración.
Estos empleos que pagan entre uno y cuatro salarios mínimos se encuentran en el comercio, la agricultura, la industria manufacturera y en el sector de restaurantes y hostelería.
¿Por qué cada vez hay más jóvenes sin derechos laborales?
Según datos del informe del Observatorio de Salarios de la Ibero, se debe a la pérdida de derechos laborales y al deterioro de la jornada laboral, el ingreso, los contratos, la seguridad social y las prestaciones como vacantes y aguinaldo.
En 2017, el 13.6% de los jóvenes tenían vacaciones, aguinaldo o Infonavit.
En el estudio dice que sólo el 21.7% de los jóvenes trabaja de acuerdo a su jornada de ley, la cual establece 8 horas.
Además, el 27.7% trabaja menos de ocho horas, sin embargo la diferencia se ve cuando se contabiliza a la población que trabaja más de ocho horas, que son el 50.6%, es decir 6 millones 729 mil 238 jóvenes.
Por si fuera poco, el 58% de los jóvenes de entre 15 y 29 años no cuenta con un contrato, únicamente el 30% tiene base o un contrato de planta por tiempo indefinido.
En cuestión de bienestar, en una escala del 1 al 100, la calificación es de entre 45 y 47 puntos.
Según Animal Político, dos de cada tres asalariados de entre 15 y 29 años trabajan en México en condiciones de precariedad.
De acuerdo con el académico de la Ibero, «el mercado laboral de los jóvenes casi no se mueve al resto del promedio, pero sí nos dice que ser joven implica más vulnerabilidad».
El académico recomienda que el aumento salarial esté vinculado a la productividad y no a la inflación, como sucede actualmente; también plantea que el coto de vida sea según la ubicación geográfica.
«Si el salario mínimo en México hubiera sido determinado con base en el aumento de la productividad y sin pérdida de poder adquisitivo debió hacer sido de $112.50 y no de $88.36 para 2018».