Michael Levine tiene mucha razón al decir que el chocolate es realmente el alimento perfecto del mundo. Es por eso que a nueve de cada diez personas les gusta el chocolate. La décima persona siempre miente, según John Q. Tullius. Admítelo, ¡te gusta el chocolate!
Existen razones de sobra para que a uno le encante este alimento, incluidos varios beneficios relacionados con la salud:
- El chocolate hace que ciertas glándulas endocrinas segreguen hormonas que afectan los sentimientos y el comportamiento, haciéndonos felices.
- Reduce el estrés.
- Es bueno para el corazón y la circulación.
- Es rico en minerales.
- Reduce el colesterol.
- Es bueno para la piel y el cerebro.
- Nos hace sentir mejor.
Pero es una lástima que la historia no termine aquí. No todo lo que tiene que ver con el chocolate es positivo. ¿Puedes creerlo?
Trabajo infantil en la industria de cacao
¿Sabías que el crecimiento de la industria del chocolate tiene mucho que ver con la demanda de cacao barato? En promedio, los productores de cacao ganan menos de dos dólares al día, un ingreso por debajo de la línea de pobreza. Por eso, las marcas de chocolate recurren a menudo al trabajo infantil para mantener sus precios competitivos.
La mayoría de los niños de África Occidental viven en pobreza extrema, y comienzan a trabajar desde muy pequeños para ayudar a mantener a sus familias. Más de 2 millones de niños son obligados a trabajar en condiciones peligrosas en las plantaciones de cacao en África Occidental, según un reciente informe de la Universidad de Tulane. Más del 60 por ciento de la oferta mundial de cacao proviene de esa región, cuyos cultivos son trabajados por cerca de 2.5 millones de agricultores en países como Ghana y Costa de Marfil. Muchos de los niños que laboran en granjas de cacao tienen entre 12 y 16 años, pero se pueden encontrar hasta niños de 5 años.
Aly Diabate, un ex esclavo de cacao, dijo: «Algunas de las bolsas eran más altas que yo. Dos personas tenían que poner la bolsa en mi cabeza. Y cuando no te dabas prisa, te golpeaban”. Es triste saber que este tipo de cosas tienen que ver con el chocolate, ¿no? Este alimento sirve para hacer a la gente feliz y mejorar el ánimo, no para la esclavitud. Sin embargo, es un grave problema que sigue sin solución.
Esta es la cadena de valor del chocolate:
El problema es que, aunque muchos fabricantes pueden decir que quieren comprar solo en granjas de cacao que utilizan buenas prácticas laborales, las empresas no están comprando directamente a los agricultores. Hay un intermediario que deja en la oscuridad las circunstancias bajo las cuales fue cosechado el cacao.
Tony’s Chocolonely, una marca 100% libre de esclavitud
Desde el año pasado, una nueva barra de chocolate está haciendo su punto de venta central en Estados Unidos 100 por ciento libre de esclavitud. Tony’s Chocolonely, con sede en Ámsterdam, cuenta con un envoltorio con el nombre de la marca escrito en letras grandes y caricaturescas. Dentro, los cuadrados gruesos se dividen de manera dispar para representar la desigualdad dentro de la industria.
El líder de la compañía, Henk Jan Beltman, insiste en ser llamado «Chief Chocolate Officer». Él tuvo que repensar casi todo acerca de cómo funciona el suministro y la producción tradicional. La empresa no contrata a comerciantes internacionales, sino se ocupa directamente de cooperativas agrícolas independientes. Todos los participantes comparten prácticas para cultivar mejores cosechas y no les importa que los monitoreen, asegurando que, si hay casos de trabajo infantil, sean detectados y tratados. La compañía paga un precio más alto que el promedio por los granos de cacao y no cobra más en la venta al por menor.
La marca contrató casi 2.800 agricultores de cinco cooperativas en 2016: tres en Costa de Marfil y dos en Ghana para asegurar más de 2.000 toneladas métricas de granos de cacao, según su reporte anual. Beltman dice que Tony’s hace 50 millones de dólares en ingresos y representa el 20 por ciento del mercado en Holanda.
Para animar a los agricultores a invertir más en sus propios esfuerzos, Tony’s les ofrece contratos de cinco años para que los agricultores sepan cuánto se espera que produzcan, cuáles pueden ser los ingresos venideros y cómo planificar el futuro.
Tony’s Chocolonely lleva el nombre de su fundador y es un juego de palabras para animar a la gente a conocer la historia de la marca. Un periodista holandés llamado Teun «Tony» van de Keuken es quien fundó la empresa después de investigar cómo los granos de cacao de esclavos fueron mezclados y derretidos con todo lo demás. Fue entonces que decidió hacer un documental absurdo sobre la injusticia en 2004.
Van de Keuken compró y comió algunas barras y luego se entregó a la policía, diciendo que su comportamiento ayuda a financiar operaciones criminales. Obvio, no fue condenado, y lo que hizo fue lanzar Tony’s Chocolonely para demostrar que se puede fabricar chocolate de manera ética.
Beltman dice que la batalla solitaria de Tony’s tiene todo que ver con tratar de cambiar la industria del chocolate de adentro hacia afuera. Desde que asumió el control, Beltman está enfocado en colectivos agrícolas para asegurar más granos de cacao; los ingresos han crecido 30 veces. La marca está enfocada en plantar más, en el abastecimiento de fertilizantes, enseñar sobre el cuidado adecuado y los métodos de cosecha.
Además de todo esto, Tony’s aporta el 1 por ciento de cada compra a una fundación corporativa, que está enfocada en mejorar la educación infantil y la conciencia de la comunidad sobre los daños de la esclavitud en los países donde opera. La compañía también forma parte de International Cocoa Initiative (ICI), un grupo industrial formado por la mayoría de los principales fabricantes de chocolate, que fue fundada en 2002 para fomentar la protección de los niños.
En 2015, Tony’s logró convertirse en el primer fabricante de barras que adoptó plenamente el sistema de monitoreo y remediación del trabajo infantil de ICI, que fue diseñado en asociación con Nestlé. Usa a investigadores de terceros para visitar y hacer auditoría a las granjas independientes por lo menos tres veces al año, con el fin de rastrear violaciones y detectar señales de alerta temprana o problemas.
Beltman ha sido bastante transparente con lo que está funcionando y cómo planea crecer la marca. Esto es lo que tiene que decir al tratar de animar a otras empresas en la industria de chocolate para que sean más proactivos: «Queremos mostrarles que, si funciona para nosotros, puede funcionar para ustedes también. Si se hacen las cosas bien, hay una dignidad total en el producto que se fabrica».
Nestlé es otra marca que está en contra del trabajo infantil
Nestlé es la compañía de alimentos y bebidas más grande del mundo. Más de 1.000 millones de sus productos se venden diariamente, opera 468 fábricas y emplea a 339.000 personas en más de 150 países. Asimismo, la marca coopera directamente con más de 690.000 agricultores a nivel mundial. Con la magnitud de las relaciones de Nestlé y su área de negocio, las actividades de la compañía tienen un impacto en la vida cotidiana de millones de personas.
El trabajo infantil no tiene lugar en la cadena de suministro de Nestlé. La marca está tomando acciones para eliminar esta situación a través de planes como Cocoa Plan, lanzado en 2009 y contempla la mejora de la vida de las familias productoras. Nestlé se compromete a invertir 110 millones de francos suizos (más de 1.700 millones de pesos) en los próximos diez años para mejorar las condiciones sociales, la rentabilidad de las plantaciones y proveer cacao sustentable y excelente calidad para sus productos.
Nestlé está en contra de cualquier forma de explotación infantil, reconoce la privacidad como un derecho humano y exige de cada una de sus empresas que respete y cumpla la legislación local y las normas referentes a las prácticas en derechos humanos.
Además, ha lanzado un Sistema de Seguimiento y Eliminación del Trabajo infantil en Costa de Marfil para contribuir a identificar niños en riesgo en cada comunidad agricultora, y ha construido escuelas para reducir la incidencia de trabajo infantil.
La ambición de Nestlé es convertirse en un líder reconocido en los negocios y los derechos humanos. La marca considera que todos los actores, la industria, las organizaciones no gubernamentales (ONGs), los gobiernos, las autoridades locales y las comunidades deben trabajar juntos para reducir y eliminar el número de niños afectados por esta práctica inaceptable.
Un autor desconocido dijo que claro que podríamos renunciar al chocolate, pero no nos damos por vencidos.
Si te interesa ayudar, puedes checar esta coalición que tiene el objetivo de poner fin a la esclavitud de niños y a las peores formas de trabajo infantil en la industria del cacao.
Deanna Troi dijo que nunca ha probado un chocolate que no le gustara. Y tú ¿has probado un chocolate que no haya sido de tu agrado? ¿Cuál es tu opinión acerca de todo esto?