La información acerca del rendimiento de la cadena de valor es todavía muy escasa en las Memorias de Sostenibilidad
La reputación corporativa influye de forma tenaz y decisiva sobre la capacidad de supervivencia de las compañías en un mercado voraz, competitivo e implacable como es el actual.
Apenas hay segundas oportunidades para las empresas en un escenario económico dañado por la recesión económica y muy suspicaz en relación a la actividad empresarial, con las pavesas de recientes escándalos empresariales y episodios de malas prácticas todavía humeando en el horizonte.
No han sido pocas las empresas que han como sus ingresos minoraban y sus negocios se deterioraban a ojos vista al conocer la opinión pública prácticas como la explotación de mano de obra infantil o el deterioro del medio ambiente, todas ellas relacionadas con la gran olvidada por la Responsabilidad Social Corporativa, la cadena de suministro o de proveedores.
Algunas compañías han aprendido la lección en carne propia: Adidas -denostada junto con Nike con la publicación en 2003 del informe “We are not machines” de un grupo de trabajo internacional de organizaciones pro de-rechos humanos, en que se reprochaba a ambas compañías las pésimas condiciones laborales de sus trabajadores en comunidades emergentes- ha dado una vuelta de tuerca a su política de proveedores anunciando recientemente que durante el pasado año dejó de trabajar con nueve de sus proveedores que no cumplieron con los requerimientos sociales y ambientales .
Otras multinacionales están siguiendo la misma estela. Destaca el caso de Dell, que ha hecho público el nombre de casi la totalidad de sus proveedores como respuesta a la demanda de sus grupos de interés, fomentando de ese modo la transparencia hacia los stakeholders, uno de los requisitos básicos de una buena política de Responsabilidad Social Corporativa.
Actualmente el fabricante de ordenadores está trabajando en la gestión responsable de su cadena de proveedores sobre el Código de Conducta de la Coalición Ciudadana de la Industria Electrónica A su vez, el mes pasado Apple fue requerida en el mismo sentido por sus grupos de interés para la publicación de una Memoria de Sostenibilidad donde se de información veraz de su cadena de valor.
La propia Nike, culpable junto con Adidas de tantos desmanes en el pasado, ha publicado un informe de RSC perteneciente al periodo fiscal 2007, 2008 y 2009 donde da fe de una mayor supervisión de las condiciones laborales de sus empleados en países como China, Brasil o Bangladesh.
RECOMENDACIONES RESPONSABLES
En este sentido, también la Global Reporting Initiative ha advertido a principios de este año que la información sobre los impactos de las empresas sobre su cadena de proveedores es la que menos se está midiendo y comunicando en los reportes que se publican en la actualidad. Así las cosas, la GRI ha anunciado la convocatoria de un Grupo de Trabajo para formular recomendaciones y orientaciones que mejoren la calidad en este ámbito.
Y es que a pesar de los esfuerzos de algunas empresas pioneras, la información acerca del rendimiento de la cadena de valor es todavía muy escasa en las Memorias de Sostenibilidad, que en general ofrecen una imagen parca, sesgada y muy incompleta al respecto. Son necesarios, tal y como destaca la organización, los esfuerzos en este sentido a pesar de la inicial dificultad de reunir y compilar los datos necesarios a partir de la observación de un terreno, como es la cadena de valor, poco o nada explorado.
La transparencia es, una vez más, el valor imprescindible a la hora de comenzar a llevar a cabo las buenas prácticas mínimas requeridas para la gestión de la cadena de valor y proveedores. En añadidura, las preocupaciones sobre el cambio climático, la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa ganan cada vez más espacio en las agendas de los altos niveles corporativos de las compañías, ejerciendo presión sobre las cadenas de suministros y la forma en que se está respondiendo a las nuevas demandas.
Uno de los sectores que más acusa la necesidad de una fuerte integración de la Responsabilidad Social en su cadena de suministro es el industrial, que actualmente busca regularse en la Directiva Marco europea que se encarga de la gestión de residuos, el reciclaje y el respeto al entorno. Para los expertos, la solución pasa por la ampliación de vías de actuación: asumir las leyes de mercado, formar en sostenibilidad a los profesionales que hasta la fecha se han ocupado de gestionar la cadena de suministro y buscar formas para cubrir los costes de la descontaminación y recuperación de materiales convertidos en residuos.
REGULACIÓN PARA PROVEEDORES
Actualmente, la legislación relativa a la sostenibilidad en la cadena de suministros bebe del principio de la responsabilidad del productor. Existe por una parte el sistema integrado de gestión, que implica que los productores trasladen la responsabilidad jurídica a un tercero, y por otra parte el sistema de responsabilidad delegada, que conlleva que no se traslade a terceros la responsabilidad, ya que al fabricante la retiene.
Sin embargo, las empresas continúan teniendo una visibilidad parcial, sesgada, de todo lo que tiene lugar en su cadena de suministro; un grave problema que conviene solventar. Una cadena de proveedores realmente responsable requiere una mayor conectividad, colaboración e integración de procesos de red de “partners” para mejorar la visibilidad. Entre las mejores prácticas que las empresas están llevando a cabo para mejorar su visibilidad, destaca la planificación con proveedores, el reaprovisionamiento continuo con clientes o la información electrónica compartida en tiempo real.
Por último, cabe también destacar que desde la creación en 2007 del índice bursátil español FTSE4Good, las empresas han adoptado un mayor ahínco a la hora de sopesar la RSC en todas y cada una de las fases de su gestión empresarial, con vistas a que se les permita cotizar en el mercado bursátil responsable. La expansión internacional de algunas de las más potentes compañías españolas-como el caso de Inditex, cuya red extranjera comenzó a tenderse desde los años 80-ayuda también en este aprendizaje, al tener que lidiar con diferentes culturas corporativas y stakeholders con expectativas no comunes.
Buen post.
Destaca también que en los últimos 10 años sólo 18 empresas han estado en el top 10 de reputación corporativa. Es decir, que la mayoría repiten y entran pocas nuevas. Han estado todos los años El Corte Inglés, BBVA y Repsol (que han ido descendiendo puestos), Telefónica, Santander e Inditex (que han ido ganando puestos y asumen el liderazgo este año).
También es interesante el resultado del método multistakeholder:
http://alfonsogadea.blogspot.com/2010/04/lideres-de-reputacion-de-la-decada.html