De acuerdo con el CDC, se define al calor extremo como temperaturas de verano mucho más altas o condiciones mucho más húmedas de las promedio. Esta situación puede traer diversas consecuencias como el agotamiento por calor o el golpe de calor, suceden cuando el cuerpo no tiene la capacidad para enfriarse adecuadamente.
Recientemente, los niveles de calor han sido extremos, de hecho, se considera que el cambio climático posicionará al verano de 2024 como el más caluroso de la historia. Por si fuera poco, las consecuencias no solo se verán a corto plazo, sino en el futuro, ya que de acuerdo con un estudio reciente publicado Nature Communications y retomado por The Guardian, la exposición al calor de las personas mayores de todo el mundo se duplicará en 2050. ¿Qué consecuencias podría traer consigo? ¡Te contamos!
Aumentará el riesgo de adultos mayores en 2050
Siguiendo datos de la ONU, se establece la edad de 60 años para considerar que una persona es adulta mayor, aunque en los países desarrollados se considera que la vejez empieza a los 65 años. Este sector suele considerarse vulnerable, ya que en ocasiones vive en situaciones de riesgo determinadas por los recursos personales, económicos, del entorno, familiar, comunitario, y de acceso a los servicios de salud.
Por infortunio, un reciente estudio afirma que al menos 270 millones de adultos mayores de 69 años sufrirán niveles peligrosos de calor de 37,5 ºC en un contexto de calentamiento global y envejecimiento de la población.
Según el estudio, la exposición al calor de las personas mayores se duplicará como mínimo en todos los continentes para el año 2050. Esto destaca el riesgo combinado que representa un mundo que se calienta y una población que envejece.
En comparación con la situación actual, se estima que hasta 250 millones más de personas de 69 años o más estarán expuestas a niveles peligrosos de calor, definidos como 37,5 °C. El informe advierte que esto podría generar áreas de vulnerabilidad tanto biológica como social, con un aumento en la concentración de personas mayores expuestas a temperaturas extremas.
Las personas mayores son más vulnerables a las altas temperaturas y las poblaciones más afectadas tienden a estar en el sur global, más pobre y más caluroso.
Estudio publicado por Nature Communications.
¿Por qué la población mundial envejece a un ritmo sin precedente?
Por si fuera poco, también se afirma que la población mundial envejece a un ritmo sin precedente. De acuerdo con datos del Banco Mundial, en 2021 las personas de 65 años de edad o más representaban el 9,54% de la población mundial; no obstante, para mediados de siglo, se prevé que el número de personas de 60 años o más se duplique hasta alcanzar los 2.100 millones, lo que supondrá más de una de cada cinco personas del planeta.
Dos tercios de ellas vivirán en países de renta baja y media, donde los fenómenos climáticos extremos son especialmente probables.
Estudio publicado por Nature Communications.
¿Qué continentes experimentarán niveles de exposición al calor de los adultos mayores?
La respuesta es todos, sin embargo, es Asia el continente que experimentará niveles de exposición al calor de los adultos mayores casi cuatro veces superiores a los de otras regiones, esto como resultado de su abundante población y a su clima cálido. Tan solo en la actualidad China ha llegado a registrar una temperatura récord de 52,2 °C.
Por otra parte, la exposición se triplicará en Sudamérica y Europa de aquí a 2050. De hecho, en varios países de Sudamérica en 2013 se sintió como el pico del verano, con temperaturas superiores a los 40 grados Celsius, mientras que en el verano de 2022, el sur de Europa experimentó temperaturas más altas de lo habitual para esa época del año. En España, Francia e Italia se registraron temperaturas máximas diarias superiores a 40 °C. Aunado a ello, se duplicará la exposición en Oceanía, Norteamérica y África.
Capacidad de termorregulación en los adultos mayores
Por otra parte, recordemos que la termorregulación es la capacidad del cuerpo para establecer y mantener su temperatura, regulando producción y pérdida de calor para optimizar la eficiencia de procesos metabólicos. El protagonismo lo tiene el sistema nervioso central y su control neurohormonal en múltiples niveles; empero, el estudio destaca que a medida que las personas envejecen, su capacidad de regular la temperatura corporal disminuye.
Además, son más propensas a padecer enfermedades crónicas, como problemas cardiacos y respiratorios, que aumentan los riesgos de sufrir los efectos del calor. Una proporción considerable vive sola, enfrenta enfermedades físicas y depende de medicamentos que pueden causar deshidratación, como diuréticos, laxantes y bumetanida (utilizada para reducir el exceso de líquidos en el cuerpo).
Si bien esto no es nuevo, el calor extremo aumentará los riesgos en las personas mayores. Tan solo en las olas de calor recientes, el número de víctimas mortales ha tendido a ser mayor, especialmente en aquellas que carecen de movilidad y habitan en vivencias con difícil acceso o funcionamiento del aire acondicionado.
Entre los casos citados por el documento se encuentran la muerte de 3500 adultos mayores en la ola de calor de 2015 en India y Pakistán, las elevadas tasas de mortalidad entre las personas mayores en la ola de calor europea de 2022 y la muerte de residentes en una residencia de ancianos de Florida tras un apagón en 2017.
Si bien hablamos de un problema que no es nuevo, la realidad es que incrementará conforme pase el tiempo, y los sectores vulnerables como los adultos mayores serán los más afectados. No obstante, es parte de la RSE tomar medidas ante el calor extremo y el cambio climático debido a su impacto directo en la salud y el bienestar de las comunidades.
Las empresas tienen la capacidad y la responsabilidad de proteger a sus empleados, clientes y la sociedad en general ante los riesgos asociados con el aumento de las temperaturas. Además, al implementar acciones para mitigar el calor extremo y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las empresas contribuyen a la sostenibilidad ambiental y al bienestar de las generaciones futuras.
Recordemos que al adoptar prácticas empresariales responsables y sostenibles, las empresas pueden desempeñar un papel clave en la protección del planeta y en la construcción de un futuro más seguro, previendo incrementar las situaciones de riesgo para los adultos mayores y otros sectores vulnerables como la niñez y los jóvenes.