La mayoría de los mexicanos nos deleitamos con casi todos los platillos que nos ofrece la comida mexicana; comemos pozole, pambazos, tostadas, tacos de pastor, suadero o de longaniza, que seguramente ¡hasta se te antojaron!
En México, nuestra dieta diaria se basa normalmente en el consumo de carne o del maíz. Son muy pocas las personas que tienen una dieta vegetariana o vegana, según con un estudio realizado por Nielsen en 2016, México es el país donde el 19% de las personas se declaran vegetarianos, mientras que el 9% se dicen veganos.
A nivel mundial, la agricultura y la deforestación representa un 30% de la emisión de gases efecto invernadero, que son causantes del cambio climático. Además, la ganadería, el transporte y la alimentación del ganado, representa el 80% de las emisiones de gases que se originan en esta actividad.
La producción de carne de ganado vacuno genera tres veces más gases que la de ovejas y cerdos y 30 veces más que la carne de pollo.
Por cada gramo de proteínas, las emisiones de gases de las legumbres es de 250 veces menor que las emisiones asociadas a la carne de vacuno y cordero.
Lo más grave, según la Organización de las Naciones Unidas para la Animentación y la Agricultura (FAO), la producción y consumo mundial de carne se duplicará al 2050, debido a un consumo más alto en China, India, Sudáfrica y Brasil. Quiere decir que el impacto sobre el cambio climático incrementará notablemente.
Es por eso que se recomienda consumir hasta 70 gramos al día de carnes rojas como de vacuno, cerdo u ovejas.
¿Cómo mitigar el cambio climático?
Lo primero que debemos hacer para disminuir la emisión de gases efecto invernadero, es reducir el consumo de carne con el fin de lograr una alimentación sostenible.
También es recomendable aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal, consumir diariamente frutas y hortalizas, legumbres, aceite de oliva, pescado, moderado consumo de productos lácteos y alcohol; preferentemente vino tinto.
Además de que es importante consumir productos con proximidad para evitar la contaminación a la hora de la transportación.
Aparte del beneficio que el cambio de alimentación atrae al planeta, también hay consecuencias buenas para nosotros ya que estamos disminuyendo y previniendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y cáncer.
La realidad del cambio climático
Los países que más han sido afectados por las consecuencias del cambio climático son Haití, Zimbabue, Honduras, República Dominicana y Fiji.
El cambio climático no afecta únicamente a los países pobres y en vías de desarrollo, afecta a todo el mundo.
Por ejemplo, en Europa, especialmente en España han incrementado las olas de calor, las inundaciones, las tormentas, las sequías y los incendios forestales. La falta de lluvia impide que exista una limpieza natural de la atmósfera.
Recientemente se dio a conocer que las emisiones de carbono han aumentado y que cerrarán el 2017 con una cifra récord.
Además, recordemos que Donald Trump decidió sacar del Acuerdo de París a Estados Unidos y no seguir con lo estipulado en la firma de éste. Es así que dentro de unos años, las emisiones podrían aumentar si no se mantienen las metas perseguidas por varios países para reducir el número de emisiones.
¿Y si nos volvemos veganos?
A pesar de que está de «moda ser vegano o vegetariano» muchas de las personas no quieren dejar de lado su dieta carnívora y mucho menos ser estrictamente veganos.
Los que sí lo hacen, ayudan a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero pero según un estudio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y la Universidad Tecnológica de Virginia, ellos enfrentan deficiencias de calcio, ácidos grasos y vitaminas A y B12.
Ser vegano significa dejar todo lo que tenga que ver con productos de origen animal, incluso su vestimenta ya que rechaza el uso de pieles. El vgano no utiliza productos de limpieza o maquillaje que han requerido a los animales para su experimentación.
¿Vegano o vegetariano?
Una persona vegana excluye de su vida todo lo que atenta contra la vida animal.
Una persona vegetariana, basa su alimentación en los vegetales pero sí permite el uso de mantequillas, pieles o lácteos.
