Por Alejandra Aguilar y Edgar López
Declarada la separación de Panamá de Colombia, en 1903, el nuevo gobierno firmó un tratado para la construcción de un canal interoceánico con Estados Unidos. La sorprendente obra de ingeniería fue terminada en 1914, utilizando tecnología avanzada para la época.
El 15 de agosto de aquel año, el vapor Ancón realizó el cruce que inauguró el famoso Canal de Panamá, controlado en aquel entonces y durante los 85 siguientes años por Estados Unidos.
Este viernes, el Canal de Panamá cumple 100 años de operación, en medio de un multimillonario programa de ampliación que ha durado siete años, previsto originalmente para concluirse este año aunque pospuesto hace unos días a 2016.
El centenario de la “octava maravilla del mundo”, como se refieren los panameños a la vía que conecta el Atlántico y el Pacífico, ha servido de marco a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para enfatizar sus logros y compromisos en sustentabilidad.
El administrador de la ACP, Jorge Quijano, ha dicho que la ampliación actual de la vía fue adaptada al concepto “ruta verde”, por lo que el tercer juego de esclusas que se construye permitirá reutilizar 60% del agua en cada esclusaje, reportan Agencias y medios centroamericanos.
Las esclusas son una serie de compuertas que permiten que las embarcaciones pasen de un nivel de agua a otro, la elevación máxima que alcanzan los barcos durante su recorrido por los 80 kilómetros del canal es de 26 metros.
En ruta al futuro
El paso de una embarcación por el Canal implica una emisión promedio de 60 toneladas de CO2. Tomando en cuenta que 13,000 barcos lo atraviesan cada año, la compensación de emisiones significaría implementar un programa forestal de 10 mil hectáreas anuales, por un periodo de 20 años, de acuerdo con estimaciones de la ACP.
Para 2020, el Canal de Panamá aspira a convertirse en la alternativa de transporte marítimo baja en carbono; con ese objetivo, la ACP lanzó en 2009 la estrategia Ruta Verde, que prevé alcanzar una reducción de 1 millón de toneladas de emisiones de CO2 anuales.
Entre las líneas de acción de esta iniciativa están compensar las emisiones con créditos de carbono, promover que las embarcaciones mantengan apagados sus motores por más tiempo durante su paso por el Canal así como remolcarlas trayectos más largos y que disminuyan su velocidad.
Durante la Semana de la RSE, realizada del 11 al 14 de agosto en ese país, prensa nacional y extranjera fue invitada a recorridos en los que se destacaban las virtudes sostenibles de la ampliación actual de la vía.
Como parte de la agenda del evento se ofreció la conferencia “Canal de Panamá: 100 años de compromiso con el desarrollo sostenible del país”, en la que Francisco Miguez, vicepresidente ejecutivo de Finanzas y Administración de la ACP, destacó la preservación de los recursos naturales e hídricos como elemento vital para la continuidad de la vía interoceánica.
De acuerdo con el Informe Anual 2013 del Canal de Panamá, “la ACP está implementando un plan integral de gestión de carbono, que incluye el desarrollo de una línea base de gases efecto invernadero (GEI) de las operaciones del Canal y el establecimiento de una estrategia para la reducción y compensación de estas emisiones”.
Así, el centenario de la vía interoceánica bien podría marcar una especie de “esclusa” que nivele el trayecto del Canal de Panamá con la ruta hacia el futuro.