Él es de la Generación X, ella de la Y. Él egresó de Marketing Internacional con el anhelo de trabajar en una compañía grande y “valía lo demás”, recuerda. Ella trae “otro chip”, luego de estudiar Relaciones Internacionales cursó un diplomado en Filantropía y Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Esta brecha generacional, lejos de dividir, ha sido enriquecedora para ambos y el trabajo que realizan: fortalecer la responsabilidad social de Avon, que tiene una trayectoria de 20 años a nivel global y de 18 en México, cuentan.
Librar este salto generacional, que no es propio de una empresa sino la constante y que se hace más evidente en áreas de reciente formación, como las de RSC, puede marcar la diferencia entre una acción de responsabilidad social exitosa y una que no lo sea, consideraron Laura Ramírez, coordinadora de RSC de Avon en México, y Roberto Sada, director de Comunicación Corporativa de la empresa en Latinoamérica Norte (NoLA).
Las tres carreras que organiza Avon este mes -en Celaya (7), Monterrey (14) y el DF (28)-, para recaudar fondos contra el cáncer de mama, sirven como telón de fondo a Roberto:
“La RSC se está profesionalizando, los recién egresados serán los promotores del cambio. La próxima generación de CEOs de las compañías más importantes del mundo va a considerar la responsabilidad social como parte de su visión; en 10 años se verá el cambio”.
El actuar cotidiano con el equipo del que forma parte Laura lo inspira, admite. Y es que ella y otras tres personas más integran todo el equipo de RSC de la empresa, que tiene 4,000 empleados directos en el país. Esto es ,una persona dedicada a la responsabilidad social por cada 1,000 trabajadores.
Ella cuenta que Avon ha sumado 149 millones de pesos en México a lo largo de 18 años y que han sido canalizados a instituciones que combaten el cáncer de mama. Los recursos los consiguen a través de las inscripciones a su carrera-caminata y de un porcentaje de la venta de los productos rosas; este año, sumarán seis distintos, cuya venta tuvo lugar a lo largo del año y no sólo en octubre.
Este año, pretenden sumar 20,000 corredores en las tres sedes de la carrera, el costo de la inscripción va de 150 a 190 pesos. De acuerdo con los entrevistados, la suma de las inscripciones significa alrededor de la cuarta parte de las aportaciones totales que se realizan a las asociaciones, pues aproximadamente 75% corresponde a la venta de los productos con causa.
La elección de las instituciones beneficiadas se realiza con previa convocatoria y las ganadoras de esta edición recibirán los recursos en febrero próximo.
Laura Ramírez destacó las alianzas que los acompañan en la causa, como con NFL, que desde su flanco convoca a participantes a las carreras, o Sport City, en cuyos gimnasios se puede hacer spinning para sumar kilómetros; por cada uno, Avon aportará un peso contra el cáncer de mama; su meta es alcanzar 1 millón de kilómetros.
Fuente: El Economista