Al día de hoy México ha confirmado 2,059 casos de influenza humana, es decir el .002% de su población ha padecido este nuevo virus. De ese ínfimo porcentaje, poco más del 2% tuvo un desenlace fatal y fue, en la mayoría de los casos por llegar con la enfermedad muy avanzada… Lo anterior implica que la tasa de mortalidad del virus es extremadamente baja. No obstante, muchísimos países han discriminado a México como jamás la historia había registrado, incluyendo la suspensión de vuelos al país, la negativa de venir a jugar torneos de fútbol, el rechazo a comprar mercancías o de plano, los insultos velados manejados como declaraciones de rancia diplomacia… lo que demuestra una enorme ignorancia de los hechos y una tendencia vulgar a la xenofobia.
El que México haya dado la alarma inmediata sobre un nuevo virus cuyo potencial se desconocía, le salió carísimo al país; pese a la felicitación de la OMS por haber actuado rápida y eficazmente y más allá de la discriminación internacional, nuestra nación ha sufrido pérdidas millonarias en todos los sectores y nuestro PIB ha sido brutalmente golpeado. ¿Es este el costo que se debe pagar por ser responsable? La pregunta no sobra, pues por desgracia, ante el ejemplo mexicano y después de haber salido tan «raspados», seguro es que otros países pensarán dos veces dar una alerta de salud sobre nuevos virus que puedan llegar a descubrir… no sea que sus pérdidas económicas los hundan antes que una enfermedad.
Ante este panorama, los hoteleros de Cancún, en una medida de marketing extremadamente agresivo pero también de responsabilidad social por volver a forjar una buena imagen de los destinos turísticos mexicanos, han lanzado una propuesta que parece decir: Venga a Cancun y lo retamos a que se contagie.
En el caso que se compruebe que un turista se contagió en México durante sus vacaciones mediante un análisis de sangre que confirme que se trata del virus AH1N1 y que el contagio se manifestó hasta 14 días después de su salida del país, tendrá vacaciones gratis por tres años con un acompañante.
La invitación fue hecha por Fernando García Zalvidea, director general del consorcio Nacional Real Resorts. La respuesta de muchos hoteleros de este destino turístico no se hizo esperar y al día de ayer, martes, se habían sumado a la propuesta consorcios que representan más de 5 mil habitaciones, en categorías de cuatro, cinco estrellas y gran turismo en esta joya del caribe. Algunas de las cadenas participantes son Am Resorts, Royal, Dreams y Secrets.
Por si esto no bastara, se han rebajado las tarifas actuales hasta casi un 50% del costo real. Los hoteleros se han puesto a trabajar en el reforzamiento de las medidas sanitarias desde el aeropuerto hasta los taxis y a través de minuciosas jornadas de desinfección que incluyen paredes, puertas, barandales, escritorios y habitaciones.
No hay precedente de una campaña así en Cancun, el principal destino turístico para extranjeros en México. Simplemente «Confiamos en lo que hacemos», agregó el directivo, a sabiendas que la reactivación del turismo en México y la necesaria «desinfección» de nuestra imagen ante el mundo, no es sólo tarea y responsabilidad del gobierno, sino de los empresarios.
Esto es tener confianza en su producto, en su servicio y en su país… ¡Bien!
Luis MaRam
Licenciado en Diseño Gráfico y Maestro en Administración y Marketing, Luis Maram ha brindado desde hace varios años asesoría outsourcing para empresas nacionales y trasnacionales en las áreas del diseño, la mercadotecnia y la publicidad. Asimismo se ha desempeñado como catedrático y ha impartido pláticas sobre estos temas.
Su pasión por el multifacético fenómeno de la comunicación lo ha llevado a ser autor de varias columnas, algunas impresas y otras online; su blog personal, un exhaustivo compendio de análisis sobre mercadotecnia y publicidad puede ser consultado aquí.
Todo fue gracias a una estrategia de comunicación (planeada o no) que se les salió de las manos. Podría decirse que por ser un evento de emergencia no se tenía una muy bien planeada estrategia donde se consideraran efectos colaterales y factores de riesgo, pero creo que las consecuencias de esta influenza podrían (ojalá que sí) a enseñar que esa excusa «por ser de emergencia» no vale para eventos de esta índole. Precisamente por serlo, la comunicación bien planeada será un must, aunque sea urgente, las noches son largas y el café basto…
El que México haya dado la alarma inmediata sobre un nuevo virus cuyo potencial se desconocía, le salió carísimo al país pese a la felicitación de la OMS por haber actuado rápida y eficazmente y más allá de la discriminación internacional, nuestra nación ha sufrido pérdidas millonarias en todos los sectores ha sido brutalmente golpeado.
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