Los agentes contaminantes han estado afectando directamente a la capa de ozono, tanto que ésta día con día se deteriora cada vez más.
Por ello, en el mundo se están activando diversas campañas para revertir este hecho, y lograr que la capa de ozono se mantenga o disminuya su deterioro.
¿La capa de ozono podría reconstruirse?
En un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se indica que la capa de ozono podría podría reconstruirse en 2060 si se siguen aplicando las regulaciones acordadas.
Sin embargo, algunos expertos advierten que es imposible saber cuando desaparecerán de la atmósfera todas las sustancias nocivas.
El estudio refleja que la recuperación de la capa de ozono se está produciendo en el entorno del 1 al 3% por cada diez años, debido a cada una de las acciones ejecutadas, y que el calentamiento global podrá verse reducido en hasta 0.4 grados centígrados para finales de este siglo.
En la reunión también se presentaron los resultados del informe cuatrienal llevado a cabo por el Panel de Evaluación Científica del acuerdo internacional, que deja entre los expertos un ánimo de optimismo y esperanza.
Por su parte David Fahey, copresidente del comité de expertos y científico, dijo que el informe se cimenta en tres grandes cuestiones, la primera de ellas en informar a los miembros sobre cómo se encuentra el estado de la capa de ozono y las sustancias que acaban con ella.
Según las tasas proyectadas,el hemisferio norte y el ozono de latitud media se recuperarán completamente para la década de 2030, seguidos del hemisferio sur en la década de 2050 y las regiones polares en 2060.
La capa de ozono mejora pero también retrocede
Actualmente la capa de ozono está mejorando, sin embargo, está retrocediendo en latitudes más pobladas. Por esta razón, los investigadores se sorprendieron, ya que sus modelos no mostraban esta tendencia.
Fahey dijo que los gases nocivos para el ozono viven mucho tiempo en la atmósfera desde que son expulsados de máquinas de aire acondicionado y de las neveras», es por eso que es necesario esperar hasta saber con exactitud si estas sustancias están o no abandonando la atmósfera.
A partir del día uno del 2019, habrá una advertencia que se verá reforzada con la aplicación de la enmienda de Kigali, aprobada en 2016 y que requiere que los países reduzcan la producción y el consumo proyectados de hidrofluorocarbonos (HFC) en más del 80% durante los próximos 30 años.
De acuerdo con el experto estadounidense, esto es muy importante porque esta medida supondrá entrar en un territorio nuevo para el «Protocolo de Montreal».
Además, en el mismo informe se trata la situación de gases CFC-11, aquellos usados en productos de espuma blanda o aislantes, y que tienen una alta capacidad de destrucción de la atmósfera.
Según lo explicó el experto, «hemos descubierto que estos gases no se han reducido en la atmósfera de la manera que esperábamos, es decir nuevos gases CFC.11 están siendo expulsados».
En un tercer aspecto importante que analizó el informe se habló de cómo afectará la enmienda de Kigali en la reducción del agujero de la capa de ozono y del calentamiento global.
Por su parte, la secretaria técnica de la Secretaría de Ozono de la ONU, Tina Birmpili, dijo que si las emisiones contaminantes siguen en aumento, «se ralentizará la recuperación de la zapa de ozono».
«El éxito en este esfuerzo depende del cumplimiento continuo del Protocolo de Montreal ya que cada acción, aunque sea pequeña, nos permite proteger a la humanidad y al planeta».
Fahey dijo que presentará unos resultados que arrojan que es posible evitar un crecimiento de la temperatura global de entre 0.2 y 0.4 grados centígrados.
