Un nuevo documental del crítico Michael Moore se acerca a las pantallas; su objetivo en esta ocasión, el sistema capitalista, incluyendo con ello a empresas y gobiernos.
Con un poster cuya frase principal es una áspera burla a uno de los inmortales enunciados de Kennedy, «No te preocupes qué puede hacer tu CEO por ti; pregúntate qué puedes hacer tú por tu CEO», Capitalismo, el último trabajo de Michael Moore, fue presentado en el Festival de Venecia apenas el mes pasado y amenaza con llegar a las salas de cine comercial antes de fin de año.
En él, Moore examina la última crisis financiera global y opina sobre lo que está fallando en la economía de la primera potencia mundial. El documentalista empieza su trabajo con la misma empresa que fue blanco de su primer documental en 1989, la automotriz General Motors, que tenía una gigantesca planta en su ciudad natal de Flint, Michigan, hasta que cerró dejando hecha trizas la economía local.
Pienso que tenemos un sistema económico injusto, no democrático, que va en contra de los principios en los que supuestamente creemos: democracia y comportamiento ético; que nos obliga a asumir obligaciones con los desposeídos y los que tienen menos que nosotros, dijo Moore.
Pienso que debemos cambiar fundamentalmente lo que mueve nuestra economía, de lo contrario vamos a continuar teniendo problemas y las cosas van a ser peores, añadió.
Entre las muchas fallas de las empresas que Moore encuentra, descubre una alarmante práctica de las grandes compañías que sacan seguros de vida a nombre de sus empleados, beneficiándose tras la muerte de ellos mientras que la familia no recibe nada.
Al director se le preguntó cómo puede justificar una crítica tan severa contra el capitalismo al tiempo que recibe el apoyo económico de los grandes estudios y distribuidores. Su respuesta fue típicamente beligerante: «Me aprovecho de una de las bellas fallas del capitalismo y es que el capitalista te vendería la soga con la que se ahorcaría con tal de hacer una ganancia», comentó. «Sólo piensan en dinero, no les importa lo que yo pueda creer.»
Una cinta que cae como bomba a las empresas y el sistema financiero, después de librar lo que quizás sea la peor crisis de la historia, tras empantanar la economía mundial por excesos en sus prácticas neoliberales; baste decir que Lee Raymond se retiró en diciembre del 2005 tras 13 años como presidente y jefe ejecutivo del gigante petrolífero Exxon, con una compensación de 686 millones de dólares.
Recientemente, la canciller de Alemania, Angela Merkel, criticó los elevados sueldos de los ejecutivos en el sector automovilístico. El máximo directivo de la firma Porsche, por ejemplo, Wendelin Wiedeking obtuvo en el 2007, un total de 60 millones de euros. Para Merkel, la Unión Europea no debe adoptar el sistema de remuneración del sector automovilístico de Estados Unidos; allí los ejecutivos ganan mil veces más que los empleados, frente al de Japón, donde los directivos perciben sólo 20 veces más que los trabajadores.
El presidente de Ford Motor, Alan Mullaly, tuvo el 2o lugar con 28,18 millones de dólares, seguido del CEO de la General Motors, Rick Wagoner, con 9,3 millones de dólares. En el sector financiero, el presidente del BBVA, Francisco González, admiitió que su retribución total del 2006 era «éticamente discutible».
En este contexto y para todos los interesados en la RSE, la cinta de Moore seguramente será un producto a ver sin falta.
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esta pelicula los demuestra que son inminentes los conflictos de intereses economicos entre los que quieren mas y lo que tiene hambre, paremos estos de los contario la ecatombe esta mas proxima que nunca, que hece usted, su familia, su vecino, su iglesia, sus compañeros de trabajo, su club etc, ya es hora unirnos y dejar los dogmas, opiniones religiosas y politicas, en segunda instancia, miremos de frente este mundo es de todos, por tanto una sola voz, un solo corazon, un solo camino LA DEMORACIA PARTICIPATIVA gracias.