En varios lugares del mundo podemos ver que la contaminación ya sobrepasó los límites, tanto que está afectando hasta a la salud de los habitantes.
El total de los desechos que se recolectan en México es de 86 mil toneladas todos los días, de las cuales únicamente se reutiliza el 11%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Tan solo en la Ciudad de México, 70 mil industrias producen mil 338 toneladas de emisiones cada año, lo equivalente al 31% de los contaminantes totales que afectan el aire de la ciudad.
Sin embargo, no todas las empresas se preocupan por esto. “Lo que le corresponde a la industria es reciclar, volver a utilizar los productos que ya fabricamos con las inversiones de maquinaria que se requieren”, apunta Juan Antonio Hernández, presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC).
En la industria del plástico se combinan muchos materiales que no son compatibles unos con otros y en un momento determinado su reciclaje puede ser muy difícil, estamos investigando e innovando para que eso cambie desde el origen.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), entre el 25% y el 28% de los residuos urbanos en México son envases y embalajes y el 10.9% son plásticos.
¿Capitalizar la basura en México?
El principal reciclador de PET en el país es Industria Mexicana de Coca-Cola de México, una empresa que ha invertido un acumulado de 125 millones de dólares en el desarrollo de dos plantas de reciclaje totalmente rentables: IMER y PetStar.
Su reto es recuperar la totalidad de los empaques que pone en el mercado como parte de la iniciativa global Mundo sin residuos.
Para Gabriela Hernández, subdirectora de sustentabilidad ambiental de Coca-Cola, «hoy utilizamos alrededor de 26% de materiales reciclados en nuestros empaques, lo que queremos ver es cómo vamos aumentando ese porcentaje de material reciclado».
PetStar es considerada la planta de reciclado de PET grado alimenticio más grande del mundo, tiene ocho plantas de acopio distribuidas en todo el país y un sistema de transporte que le da servicio de recolección a mil 200 puntos de socios acopiadores, y quienes a su vez le compran a cerca de 24 mil pepenadores de residuos.
De acuerdo con Jaime Cámara, director general de PetStar, cuando ese material llega a las plantas de acopio, el personal realiza una clasificación del material y lo procesan en pacas o botellas compactas en bloques, que después se transportan a una planta de Toluca.
«El incentivo que se debe buscar es que se promueva la incorporación del material reciclado en productos nuevos, de nada sirve recolectar el material si este no tiene mercado».
Por su parte, Hernández dice que para que esto sea posible, hace falta contar con un mayor apoyo de parte de las autoridades ya que»no hemos tenido una autoridad responsable que nos dirija y que lleve a cabo proyectos como rigen.
Es por ello que el Banco Mundial, en su informe sobre dicha problemática, recomienda crear ciertas políticas de adquisiciones y fijaciones de precios para estimular la demanda de productos fabricados con residuos reciclados.