Con la mente puesta en saltar el obstáculo del cáncer y llegar victoriosas a la meta, un grupo de mujeres reconoce que el apoyo de los hombres es fundamental para conseguir este objetivo.
«Huellas nace como el único movimiento que tiene una carrera y caminata mixta porque reforzamos la importancia de los hombres en esta enfermedad para quienes la están atravesando, pero, también para crear conciencia», dijo Bertha Aguilar, presidenta de Fundación Cim*ab, en relación a la prueba que se llevará a cabo el 22 de mayo.
«Si eres padre, hijo, hermano, amigo, compañero de trabajo, tienes una mujer a tu alrededor a quien apoyar».
Al hablar de la competencia, Mónica de Cima recapitula los momentos en los que la enfermedad se comenzó a dibujar como una cicatriz en su historia.
«Cuando a mi hermana, Alejandra, le detectaron cáncer, lo primero que hice fue contactar a Bertha, desde mi necesidad de apoyo para preguntarle qué hacer», compartió Mónica, quien conoció a la cofundadora de la organización cuando ésta se encontraba en tratamiento.
Andar no es un verbo que se realice en soledad, como tampoco lo es hablar, este es el principio en el que se basó Cim*ab para que su semilla germinara.
«Yo creo que la vida no se equivoca, nos puso a Mónica y a mí en este camino; antes, creo que no habíamos muchas mujeres que habláramos de nuestra enfermedad», expresó Bertha.
Las porras de sus seres queridos son un aliciente para recargar la batería y forzar la máquina para llegar a la meta.
«El cáncer de mama no es solamente una enfermedad de la mujer, afecta a toda la familia; para el hombre es una etapa muy solitaria porque tiene que ser fuerte para todos», comentó Fernando García, esposo de la presidenta de la Fundación.
«Mandar el mensaje de que son uno mismo, que juntos deben luchar contra esta enfermedad, se me hace importante».
Justo en el momento en el que los hombres se suman a la carrera en activo, Elías Cervantes se une al movimiento.
«La mejor manera de ayudar era estar ahí con ellas porque con esa acción puedes dar felicidad y alegría», expresó sobre su experiencia en una carrera en la que participó para apoyar a una amiga en 2010.
Recuperar los espacios de la Ciudad y hacerlo en familia es un incentivo más para Osvaldo Rancé.
El empresario comparte esta pasión de más de 10 años con su familia, a la que le inculca la importancia de la salud.
«Apoyo a mi esposo corriendo porque veo que a él le ha cambiado la vida», expresó Luz María Purón, pareja de Osvaldo.
La satisfacción de llegar a la meta es algo que comparte Claudia Hossfeld con su esposo, quien es su impulso para seguir.
«Sí, cuesta trabajo, no sólo correr, sino todo en la vida, pero hay que practicarlo para poder ser buenos», indicó.
Tener salud y vitalidad, así como dar ejemplo a sus hijas son los estímulos que le brinda el deporte a Marlene de la Garza.
«Puedes lograr las metas que te propones, la disciplina que te brinda el deporte te hace triunfar en otros aspectos», dijo.
Fuente: Reforma, Club, p.124-127.
Reportera: Fabiola Rodríguez.
Publicada: 6 de mayo de 2011.