“Este cambio no es simple ni instantáneo, requiere mucho análisis, difusión y aceptación; sin embargo, es tiempo de dejar de pensar en la RSE como un gasto para guardar las apariencias y utilizar su verdadero potencial como elemento estratégico para los logros del negocio a largo plazo” mencionó Eduardo Picos Soto, alumno del MBA de EGADE Business School durante un ejercicio en el que se les pidió redactar una carta al director de su empresa en la cual expresaran su percepción, ideas, pensamientos, y recomendaciones con respecto a los esfuerzos que se realizan en materia de sostenibilidad.
Estimado Director;
Ser mexicano me llena de orgullo, trabajar para una empresa mexicana lo incrementa, pero trabajar para una empresa regiomontana con la reputación de “Aceite Rey” (nombre ficticio) hace desbordar mi orgullo, ya que considero a la empresa una muestra del valor y tenacidad de los mexicanos para generar riqueza y bienestar social en armonía con el medio ambiente. Por esta razón su permanencia y crecimiento debe asegurarse para poder seguir fortaleciendo a la región y al país. Por este motivo, dentro del alcance de mi visión, quisiera proponer una estrategia que considero fundamental para poder cumplir nuestra misión a largo plazo: La responsabilidad social.
Este concepto muchas veces se malentiende o se confunde con la filantropía; sin embargo, se debe entender como una nueva forma de hacer negocios dentro de un nuevo paradigma en la economía; de conceptualizarla como un sistema abierto a entenderla como un sistema cerrado donde los recursos son limitados y las pequeñas interacciones de sus partes generan grandes efectos en los resultados. Esto se puede resumir en la siguiente premisa para la empresa: Generar valor a los accionistas y a sus demás grupos de intereses (sociedad, gobierno, medio ambiente, proveedores, etc.) para poder prolongar la generación de valor el mayor tiempo posible.
Una de las principales oportunidades para México y la empresa es la producción de granos básicos. Nuestra experiencia con los productores mexicanos de soya nos permite vislumbrar sus importantes áreas de oportunidad relacionadas con productividad, logística y calidad, esto nos ha llevado a requerir en gran medida de importaciones de EEUU y depender del precio internacional. Nosotros como empresa podemos cambiar nuestro paradigma; de ser consumidores de soya a fomentar la producción de soya a través de la articulación social con los ejidatarios para buscar su desarrollo de pequeños productores a medianos/grandes. Esto puede llevarse a cabo aportando parte de nuestros recursos estratégicos como nuestra capacidad de compra a grandes volúmenes y financiamiento para ayudarlos a comprar de forma más rentable fertilizantes, semilla de mejor calidad e infraestructura de riego, amortizando esto a través del precio al que compráramos el grano, además de apoyarlos en capacitación y asesoría en áreas que dominamos como logística, administración, calidad, etc. Por último, también se puede colaborar asegurando la compra del total de su producción y adaptándonos a sus necesidades de pago; comúnmente semanal y en efectivo, debido a diferencias en capacidades y cultura.
Probablemente parezca complicado y costoso, pero esta percepción desaparece al analizarlo a largo plazo, ya que el producto de esta inversión para la empresa es asegurar nuestra principal materia prima y dejar de depender de las variaciones del precio del grano internacional; de esta manera, podemos asegurar nuestro margen de contribución y podremos crecer de forma uniforme sin depender de las fluctuaciones de los mercados internacionales, que cada día se ven más afectados por los estragos del calentamiento global. Es importante recordar que además de estos beneficios estratégicos para la empresa estaremos apoyando el fortalecimiento de nuestra comunidad y nuestro país.
Este cambio no es simple ni instantáneo, requiere mucho análisis, difusión y aceptación; sin embargo, es tiempo de dejar de pensar en la responsabilidad social como un gasto para guardar las apariencias y utilizar su verdadero potencial como elemento estratégico para los logros del negocio a largo plazo. Considero que las empresas que entiendan esta verdad y empiecen a actuar cuanto antes, serán aquellas que probablemente sobrevivan por más tiempo generando mayor rentabilidad. Dado la trayectoria de “Aceite Rey” como empresa aceitera líder tenemos la necesidad y la responsabilidad moral, de ser promotores en la implementación de este cambio en la industria aceitera.
Atentamente,
Eduardo Picos Soto
SUSTENTUS – Centro de Desarrollo Sostenible
SUSTENTUS concentra sus esfuerzos en el área de sostenibilidad, por medio de estudios orientados hacia la gran empresa y el emprendimiento social, propiciando la vinculación entre la academia, la iniciativa privada, y las organizaciones de la sociedad civil para el desarrollo de proyectos conjuntos.
El centro pertenece a EGADE Business School sede Monterrey, y es dirigido actualmente por su fundador el Dr. Gerardo Lozano Fernández, quien ha estudiado la sostenibilidad empresarial desde el año 1999.
En esta columna encontrará casos sobre empresas y OSC que han generado un desarrollo sostenible en diversos países de Latinoamérica. Además encontrará diversos análisis y opinión sobre las tendencias y prospectiva de la sostenibilidad empresarial a nivel internacional.
