Queridos reyes magos:
Igual que hago todos los años desde aquella vez que no tuve regalos, este 2016 me he portado muy bien y los últimos días he hecho mi respectivo esfuerzo adicional para que mis obsequios no falten -siempre por estas fechas mamá decía que me observaban atentamente-. No los voy a engañar, quizá se me ha pasado el reven un par de veces en el año y creo que maldije mentalmente a algunas personas en varias ocasiones; fuera de ello he sido un ángel.
Seguramente ya saben que me integré a la industria de la responsabilidad social hace algunos años. Me hace sentir bien que mi trabajo sea esforzarme para crear un impacto positivo en el mundo y ayudar a que otros lo hagan también. Aunque me gustaría hacer algunas peticiones… Eso sí, por favor no se olviden de llevar regalos primero a quienes más lo necesitan; ya saben, a quienes viven en situación de pobreza, los niños que no tienen juguetes, las personas con discapacidad… en fin, todos los grupos vulnerables y de paso a los animales que sufren maltrato, (no, claro que no me atrevería a juzgar la explotación de la que son víctimas su caballo, camello y elefante)
¡Listo! Una vez calmada mi conciencia social aquí va mi lista de peticiones:
1. Una fórmula sencilla para explicar a qué me dedico: Es que cada vez que me hacen esa pregunta en una reunión lucho por responder de forma simple, pero no me sale. A veces, cuando creo que lo he conseguido, miro a mi interlocutor y me doy cuenta de que asiente con la cabeza y dice «¡qué interesante!», aunque ambos sabemos que no tiene idea de sobre qué hablaba. Además, hace mucho que me rendí con eso de querer explicar que lo que hago no tiene que ver nada más con el medio ambiente o cuestiones meramente de marketing. ¡En serio, necesito que me traigan esta fórmula envuelta para regalo!
2. Una guía para explicarle a los jefes en las empresas por qué el departamento de RSE es rentable: La verdad es que todos en las áreas de RSE tenemos un poco de miedo porque sabemos que si un día las empresas necesitan reducir costos o recortar personal, estos empleos correrán peligro. Los directores y gerentes (hay excepciones) no están del todo convencidos de que la RSE sea un tema de negocio. Mi jefe es uno de ellos, así que este año me he propuesto convencerlo de que nuestras actividades, más que un gasto son una inversión. ¿Creen que puedan darme un empujoncito?
3. Un curso para comunicar mejor: Bueno, quizá antes de usarlo necesite el par de cosas…
4. Un estuche de tips para convencer a los jefes de lo importante que es comunicar RSE En verdad lo necesito, porque nadie parece comprender que la RSE influye directamente en la reputación de la empresa y que comunicarla adecuadamente ayuda a mejorar la percepción que tienen nuestros stakeholders. Aunque ahora que lo pienso, ¿será mucho abusar, pedir que incluyan un librito básico sobre la importancia de la comunicación en la RSE entre los regalos de los directivos de mi empresa, para estar seguros?
5. Presupuesto, presupuesto: Lo escribo dos veces porque los deprtamentos de RSE necesitan con urgencia un poco más de eso. No sé por qué se tiene la idea de que todo lo que tiene que ver con responsabilidad social se hace gratis, por la mera ilusión de crear un impacto positivo. Por favor, obséquienme algún amuleto para que el área tenga más presupuesto este año.
6. Ahora sí, un curso para comunicar mejor: Por favor incluyan uno de estos también en las botas de los que trabajan en marketing. El otro día soñé que mi empresa hacía una campaña racista y misógina y se volvían trending topic. ¡Me desperté gritando de miedo! Sería terrible que todos nuestros esfuerzos a favor de la inclusión sufrieran las consecuencias; nos hemos esforzado mucho para darles visibilidad y ahora queremos enamorar a nuestros stakeholders para que se sumen a nuestro compromiso.
Sin más que decir y esperando que puedan cumplir todas mis peticiones, les deseo un increíble año nuevo.
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(Nombre)
Coordinador de RSE