Un tribunal del sureste de Japón ordenó ayer al fabricante de automóviles Mazda a indemnizar con 770 mil dólares a los padres de un empleado de 25 años que se suicidó por una depresión que contrajo a causa del exceso de trabajo.
La compañía, que había asegurado durante el juicio que el suicidio del joven no estaba relacionado con asuntos laborales, dijo en un comunicado que estudiará los detalles del fallo judicial antes de decidir si apelará la sentencia.
«Sentimos que es en extremo lamentable haber perdido a un empleado apreciado», destacó la empresa con sede en Hiroshima, fabricante de automóviles. «Ofrecemos nuestras condolencias desde el fondo de nuestros corazones», agregó.
El trabajador era ridiculizado constantemente por sus jefes delante de otros compañeros de trabajo como una persona fracasada, lo que llevó al joven a acumular horas extras innecesarias, agregando mayor presión sobre él, según el abogado de la familia, Yutaka Kikui.
La indemnización ordenada por el tribunal de Kobe se agrega a un pago de condolencia que Mazda le dio a la familia y a una decisión de una oficina laboral del Gobierno en 2009 que también dictó que se trataba de un suicidio motivado por trabajo, lo que permitió que los padres recibieran otro pago compensatorio, dijo el letrado.
Japón, país que a menudo se enorgullece de tener ciudadanos excesivamente trabajadores que soportan altas cargas de empleo en silencio, ha registrado recientemente un gran número de muertes de gente abrumada por trabajo excesivo, que en algunos casos los ha precipitado al suicidio y, en otros, han muerto por agotamiento.
En el año fiscal 2010, el Gobierno japonés reconoció un centenar de muertes por trabajo excesivo, 63 de los cuales fueron suicidios.
No es la primera vez que una empresa debe pagar una indemnización en Japón por causa de los que se conoce como «Karoshi», o muerte fulminante causada por el exceso laboral.
En mayo de 2010, una cadena de restaurantes tuvo que indemnizar con 980 mil dólares a la familia de un trabajador que falleció por un ataque al corazón tras hacer una media de 112 horas extra al mes.
También en febrero de 2009 condenaron a una cooperativa agrícola nipona a pagar más de 1 millón de dólares por la muerte de hombre de 33 años que se quitó la vida por sobrecarga laboral.
Fuente: Reforma, Internacional, p. 23.
Publicada: 1 de marzo de 2011.