Los problemas que surgen por fumar, ha originado fuertes exigencias hacia los gobiernos del mundo de parte de la sociedad, en las que, la ejecución de políticas eficaces para la reducción de su consumo, es una de ellas.
Sin embargo, mientras los intereses de unos y otros se discuten en las grandes esferas de autoridad, la gente y el medio ambiente resiente los efectos del tabaquismo.
En 1987, como una forma de llamar la atención sobre la epidemia de tabaquismo imperante en el planeta, la Asamblea Mundial de la Salud instituyo el 31 de mayo como el Día Mundial sin Tabaco.
Pero, este día no solo es para atender la salud de un ser humano, sino la salud del entorno en el que todos vivimos.
Fumar un solo cigarrillo no solo incrementa las enfermedades en el organismo del fumador, el medio ambiente muere también porque además de tener que absorber el humo toxico, los bosques son vorazmente talados para poder cubrir la demanda de los fumadores.
El tabaco produce contaminación de los recursos naturales, incendios forestales, pérdida de biodiversidad, aumento de cambio climático y mala calidad del aire urbano.
El consumo del tabaco aumenta el efecto invernadero, ya que produce 225 000 toneladas de CO2 en el mundo al año.
En los países del tercer mundo, las plantaciones de tabaco son una de las principales causas de deforestación de selvas.
Después de dos plantaciones de tabaco la tierra se agota y al ser así, los labradores talan y talan para seguir con la siembra, acabando con el recurso.
Además, los tratamientos que se le dan al tabaco para que sea del gusto de los individuos es otro problema. Para que las hojas verdes se vuelvan marrones y tengan su típico aroma, se fermentan a 70°C.
Sobre esto, en algunos países se secan las hojas con quemadores de gas o aceite pero en los que no, se usa la incineración de madera.
Las maderas tropicales empleadas para la fermentación del tabaco es superior a todas las exportaciones que se manejan en el mundo de madera de los países tropicales, sin contar aun, la cantidad de papel que se utiliza en la elaboración de los cigarros, paquetes y cajas de cartón que los contienen.
En el planeta no hay otro producto que cause, desde su cultivo, producción y desecho, tanto daño ambiental.
Los filtros de las colillas se producen con acetato de celulosa, material no biodegradable cuyo efecto contaminante puede durar en el hábitat 25 años hasta que se descompone.
Las colillas que, al tirarse contienen alquitrán y nicotina pueden contaminar hasta 50 litros de agua.
Debido a su costo, la comercialización excesiva, poca conciencia sobre sus efectos y las inobservables políticas públicas, hacen del tabaco un producto que se consume habitualmente en el mundo.
Lo que se debe saber
– El consumo del tabaco es la segunda causa mundial de muerte en uno de cada diez adultos.
– Casi la mitad de los fumadores mueren por su consumo.
– Cada año mueren casi 6 millones de personas fumadoras activas y, 600 000 no fumadoras que han estado expuestas al humo del cigarro.
– Cada año se consumen 82,5 millones de metros cúbicos de maderas tropicales para la producción del tabaco.
– El tiempo de fermentación y secado de tabaco es de una semana y se calcula que con la quema de un árbol adulto sólo se obtiene la energía necesaria para la fermentación de 300 cigarrillos.
– Cada año se producen 7 millones de toneladas de tabaco en el mundo, lo que equivale a 4 billones de cigarrillos.
– El 50 % de la producción proviene de los países del Tercer Mundo.
– El consumo de tabaco produce CO2 equivalente a la que producen 12 000 coches que realizan 10 000 km cada uno.
– Cada año se tiran 4.5 billones de colillas en el mundo, la parte más toxica del cigarro.
Fuente: El Punto Crítico