Cuando le preguntas a una persona cómo se siente, hay dos palabras que de inmediato puede decir: bien o mal. Es una respuesta casi programada en nuestra mente y la formulamos de manera automática cuando alguien pregunta por nuestro estado de ánimo; es, hasta cierto punto, una cortesía social que nos inculcaron. Sin embargo, ¿qué pasa cuando alguien decide ahondar más y nos pregunta por qué nos sentimos bien o mal? En ese instante ya no es tan fácil contestar.
Lo mismo sucede dentro de una empresa. Un colaborador puede expresar rápidamente si se siente a gusto o no en el trabajo, mas cuando tiene que explicar por qué, para muchos es difícil conocer la razón exacta, especialmente cuando ya no se encuentra cómodo para laborar allí.
Es parte de la responsabilidad social empresarial (RSE) asegurar que el personal esté contento con el ambiente de trabajo y, en caso de renuncia, verificar que la persona se haya ido para alcanzar nuevas metas y no porque la oficina se haya vuelto un lugar irritante.
Así como una comunicación de RSE es esencial para el buen funcionamiento de un negocio, la comunicación interna ayuda a impulsar la productividad y entusiasmo de los trabajadores. Hay que estar atentos a los focos rojos que presente esta área, sobre todo en el caso de que haya inconformidad entre los colaboradores y, al preguntarles, mencionen que la causa de su molestia es que no existe una buena comunicación en la compañía.
¿Cuáles son las causas de una mala comunicación interna? Según Chron, pueden influir varios factores.
Causas de una mala comunicación interna
Falta de liderazgo
Si el líder del equipo no tiene las habilidades necesarias para dirigirlo y hacerlo sentir seguro, dudará al momento de dar órdenes, no se comunicará abiertamente con los colaboradores y ellos se sentirán desorientados, pues no recibirán una respuesta concreta a sus dudas.
Objetivos confusos
Desde el momento que un nuevo empleado firma su contrato, incluso antes, debe tener una idea muy clara de las actividades que desarrollará. La falta de este conocimiento puede traer problemas para su desempeño y la productividad de la compañía.
Falta de competencias
Los cursos inductivos son un buen método para darle la bienvenida a los nuevos colaboradores, pero también es la oportunidad perfecta para mejorar sus habilidades o desarrollar otras. Si tus colaboradores no tienen las competencias necesarias, la comunicación interna se verá afectada.
No hay retroalimentación
Es necesario procurar que todos los integrantes de la empresa reciban comentarios y críticas constructivas de su trabajo. De no hacerlo, los colaboradores no sabrán sus aciertos y fallas, llevando a una falta de comunicación y confianza.
Colaboradores desmotivados
Esto puede estar relacionado con la falta de retroalimentación, ya que si los empleados notan que a sus superiores no les interesa ayudarlos a mejorar su desempeño, se sentirán desmotivados y no comunicarán sus ideas o sus propios comentarios sobre un proyecto.
Equipos virtuales
Gracias a la nueva tecnología, ya no es necesario que una persona vaya a la oficina a trabajar. Muchas compañías contratan colaboradores que laboren desde casa, sin importar si vive en otro estado o país. Aunque tiene muchas ventajas, la falta de comunicación es un riesgo en esta iniciativa.
A pesar de que son varios los elementos que pueden ser causas de una mala comunicación interna, eso no significa que siempre sea la razón principal que afecta al negocio o el motivo por el que los colaboradores perciben que su buen desempeño se ve frenado o perjudicado.
En una nota publicada en Harvard Business Review (HBR) se aborda precisamente este tema: “Cuando algo sale mal en el trabajo, la gente siente que no tuvo los datos que necesitaba para tomar una decisión (…) Como creen que les faltó información fundamental, señalan la falta de comunicación como la culpable del problema”.
¿Qué queremos decir con esto? Que a veces la sospecha de una mala comunicación interna solamente es una alerta que evidencia un problema todavía más grande.
Para esclarecer esta afirmación, pongamos el ejemplo que dio HBR.
Una empresa que tuvo un rápido crecimiento se dio cuenta que los nuevos colaboradores que había contratado tenían una explicación vaga y confusa de sus tareas. Al principio, los directores creyeron que se debía a una falta de comunicación entre empleados, pero cuando solicitaron ayuda de un experto, se dieron cuenta que esa no era la cuestión: su verdadero problema era una falta de estructura organizacional.
¿Por qué fue la estructura y no la comunicación la causa de este conflicto? Cuando eran una empresa pequeña, contrataban personas que, igualmente, tenían descripciones ambiguas de sus puestos, pero en ese momento no representaba ningún impedimento para el desempeño del negocio porque no había un gran número de personal, y podían supervisar el trabajo de cada uno. En el instante que empezaron a crecer y continuaron con las mismas prácticas, los colaboradores comenzaron a sentir que algo les impedía desarrollar bien sus actividades y lo atribuyeron erróneamente a una mala comunicación interna.
La mala comunicación usualmente es el síntoma de un problema diferente. –Art Markman, profesor de Psicología y Marketing en la Universidad de Texas.
Si notas que la productividad de tus colabores disminuye, surgen problemas o hay mucha confusión respecto a un proyecto o actividad, detente a analizar el escenario y no te adelantes a asumir que existe una mala comunicación.
¿Qué puedes hacer para conocer el origen del problema?
- Dar y recibir retroalimentación.
- Realizar encuestas a los diferentes equipos de trabajo.
- Conversaciones uno a uno.
- Revisar con detenimiento las quejas recibidas.
- Tomar en cuenta que, muchas veces, a las personas les cuesta expresar qué es lo que en realidad les molesta.
Las causas de una mala comunicación interna pueden ser varias y es necesario aprender a identificarlas y resolverlas para prevenir conflictos que, si no se tratan a tiempo, pueden volverse una situación más grave de lo que era.