Se impartieron tres módulos del Programa de Acreditación
Con el fin de formar un núcleo sólido de expertos en RSE (responsabilidad social empresarial), y crear una plataforma de conocimientos comunes, del 22 al 26 de junio se impartieron los módulos I, II y III del Programa de Acreditación para Consultores en RSE, teniendo como instructor a Nelson Núñez Vidal, quien es Consultor Senior de BSD Consulting, consultora especializada en sustentabilidad.
A lo largo de la semana, los participantes aprendieron que la responsabilidad social empresaria (RSE) se transformó en un factor de competitividad para los negocios en los últimos años. Hoy, la empresas deben buscar perfeccionar sus relaciones con todos los públicos de los cuales dependen y con los cuales se relacionan: clientes, proveedores, empleados, socios y colaboradores, es decir, los stakeholders.
Nelson Núñez afirmó que, en los últimos años, se ha incrementado el registro de empresas grandes y medianas que seleccionan a muchos de sus proveedores aplicando criterios de RSE, además el acceso a nuevos mercados requiere el cumplimiento de certificaciones y requisitos que incorporan pautas de responsabilidad social empresarial.
Empresa y stakeholders
Durante el taller se dijo que no hay un modelo único para relacionarse con los stakeholders ya que éstos varían en función del sector de la compañía, la situación geográfica, la cultura, etc. Por ello, se resaltó la importancia de basar la relación con ellos en las aportaciones particulares que ellos pueden hacer.
Por tanto, el compromiso con los stakeholders son todas las acciones que la empresa desarrolla para dar el derecho a ser escuchados a sus grupos de interés y asumir el compromiso de responder a sus requerimientos. El instructor aclaró que responder no significa complacer, sino crear un mecanismo de diálogo y entendimiento mutuo para que las necesidades de todos los grupos sean tomadas en cuenta en el desarrollo estratégico y operacional de la empresa.
Subrayó que las relaciones de intercambio entre la empresa y los stakeholders proporcionan una plataforma de aprendizaje, innovación y mejora los resultados financieros, económicos, sociales y medioambientales de la empresa. La relación con los distintos grupos de relación no es estática. Los requerimientos de los stakeholders cambian con el tiempo, así como también cambia la importancia estratégica de cada uno de ellos.
Ética empresarial
La responsabilidad social empresarial se refiere a la manera en que las empresas realizan sus negocios, a los criterios que utilizan para la toma de decisiones, alos valores con que definen sus prioridades y asu relación con los públicos con los cuales interactúan.
Las conductas y decisiones cotidianas son el resultado de los valores y principios que una empresa asume. Ser socialmente responsable es atender las expectativas sociales con transparencia, manteniendo la coherencia entre el discurso y la práctica. Este compromiso sirve de instrumento para la existencia de una buena comunicación de la empresa con los diferentes públicos con los cuales se relaciona.
Uso sustentable de los recursos y del medio ambiente
Desarrollar una gestión basada en la responsabilidad ambiental es buscar reducir las agresiones al medio ambiente y promover la mejora de las condiciones ambientales. Las empresas, de un modo u otro, dependen de insumos del medio ambiente para realizar sus actividades. Es parte de su responsabilidad social evitar el desperdicio de tales insumos: energía, materias primas en general y agua.
La concienciación lleva a la empresa a desarrollar acciones de preservación ambiental. El desarrollo de campañas, la participación en iniciativas de educación ambiental, son acciones que la empresa puede ejecutar. Por eso es preciso definir y respetar principios ambientalistas, como establecer una política ecológica de compras, minimizar los residuos de la empresa, reducir el consumo de papel, etc.
Calidad de vida
Las empresas deben de comprender que la calidad de vida de los empleados y de sus familias es un agente que puede contribuir positivamente y negativamente en los resultados de una empresa. Para ello es preciso conocer las necesidades y expectativas de los empleados, formalizando un compromiso respecto a las prácticas laborales, instituyendo programas de incentivos, y comunicando claramente las expectativas para cada uno, sin olvidar monitorear el cumplimiento de las reglas establecidas.
