Cemento sustentable

Si una comunidad le está atorando un proyecto es porque usted todavía no aprende a usar eso que llaman «responsabilidad social».

Considere como buen ejemplo a Martha Herrera, directora de esa área en CEMEX.

Ella pudo arreglar un problema con habitantes de Oaxaca que se opusieron a proyectos de generación de energía eólica, esa que produce el viento.

Allá mandó a una parte de su escuadrón de 30 chicas para que se involucraran de lleno con la comunidad y conocieran sus necesidades.

Hoy, los otrora opositores, formaron una cooperativa que fabrica pequeños postes de concreto que venden a las empresas que han llegado a la zona.

Con ellos, los compradores delimitan sus enormes terrenos y los vendedores obtienen ingresos anuales por unos 6 millones de pesos, indefinidamente. Problema resuelto.

Esto encaja en un segundo eje, llamado Vinculación con la Comunidad y Compromiso con su Desarrollo, de los 4 que comprenden acciones de sustentabilidad e innovación social que defiende la compañía.

El único requisito que le ponen a Herrera en el Consejo de Cemex es que los proyectos se paguen solos y generen valor al negocio.

Todos los detalles vienen en el Informe de Desarrollo Sustentable 2009 que divulgará la cementera la próxima semana.

Por primera vez, su reporte incluye todos los indicadores del estándar internacional GRI (Global Reporting Initiative), por lo que la organización le concedió a CEMEX la calificación A+, la más alta, por la transparencia de información.

Todo fue revisado por la Universidad Anáhuac, que crece como autoridad en materia de responsabilidad social.

Así como resolvió lo de Oaxaca, la dirección de Responsabilidad Social de CEMEX abre brechas de negocios, como la producción comunitaria de blocks, o bien, reforesta canteras en Monterrey.

Todo para que la gente prospere y, al fin y al cabo, no se muera el negocio. Pura sustentabilidad.

Fuente: Reforma, Negocios p 3
Autor: Capitanes (columna).
Publicada: 29 de Octubre 2010