El gigante mexicano CEMEX fue Ia primera compañía del ramo en desarrollar una herramienta metodológica que mide Ia huella de carbono en los tres productos de su portafolio: concreto, agregados y cemento.
El escenario no podía ser mejor para divulgar la primicia mundial. En Cancún, México, sede de la XVI Conferencia sobre el Cambio Climático (COP16), el presidente de CEMEX en Europa Occidental, Ignacio Madridejos, informó que habían dado un paso histórico al medir la huella de carbón desde la cuna (materias primas) hasta la puerta de la fabrica.
«Somos la primera compañía del sector que lo hace, es una herramienta para medir la huella de carbono en nuestros productos y es una herramienta que ya tenemos implementada en todos los países donde contamos con instalaciones. Será de mucha utilidad para nosotros, para el cumplimiento de nuestros metas, pero más importante todavía, para nuestros clientes, interesados en realizar obras y proyectos cada vez más sustentables», comentó Madridejos.
El presidente de CEMEX en Europa Occidental sostuvo un encuentro con periodistas nacionales e internacionales que dieron cobertura al evento denominado «Los retos de la construcción en el Siglo 21: Un diálogo con expertos en construección sustentable», organizado por CEMEX y realizado en Cancún, México, el pasado 7 de diciembre del 2010.
Asistieron representantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), del Green Building Council, del Comité Europeo de Normalización y de la certificadora mundial Det Norske Veritas (DNV), con sede en Oslo, Noruega.
En el evento, Madridejos brindo la primicia sectorial. En cemento, la huella de carbono promedio de CEMEX corresponde a 798 kilogramos de CO2 equivalentes por tonelada de cemento. Para el concreto es 298 kilos de CO2 equivalentes por metro cúbico de concreto, y para los agregados, la media es 5.3 kilogramos de CO2 equivalente por tonelada de agregados. Esos promedios corresponden a mediciones del 2009.
«No hay comparativos porque somos los primeros, se mide desde los insumos, desde la materia prima, hasta la puerta de la fábrica, es decir, todo el proceso de fabricación, incluyendo el transporte. En el plano interno, tendremos información que nos permitirá mejorar y hay una serie de acciones o de palancas que podemos utilizar para mejorar dentro de la compañía», dijo Madridejos, quien también es líder de la Iniciativa Global de Innovación Construcción Siglo 21. Esta herramienta para medir la huella de carbono, agregó el ejecutivo de CEMEX, se está implementando en 629 instalaciones a escala global, de las cuales 362 corresponden a plantas de concretos, 200 a plantas de agregados y 67 a plantas de cemento en todo el mundo.
En términos porcentuales, corresponden al 100% de la producción de cemento, al 50% de la fabricación de agregados y al 32% de la elaboración de hormigón.
El gigante CEMEX, según el Reporte de Desarrollo Sustentable 2010 de la empresa, tiene presencia en más de 50 países, y relaciones comerciales con más de 100 naciones.
Su capacidad instalada es de 96 millones de toneladas métricas de cemento, alrededor de 51 millones de toneladas métricas de concreto y 158 millones de toneladas métricas de agregados. Además, brinda empleo a más de 46.000 colaboradores a escala mundial.
Herramienta certificada
La herramienta para medir la huella de carbono fue desarrollada por los expertos de CEMEX; sin embargo, Madridejos explico que fue validada y verificada en nueve instalaciones de CEMEX y certificada por un incuestionable organismo mundial, la DNV, fundada en 1864.
La DNV empezó a proyectarse internacionalmente a partir de 1867, y hoy es una de las certificadoras de mayor prestigio mundial, con 300 oficinas en 100 países. Se enfoca en la asesoría y manejo de riesgos, así como en la certificación de industrias del sector marítimo, petróleo, gas y energía, alimentos y salud.
Su CEO, Thomas Vogth-Eriksen, asistió al evento organizado por CEMEX y abordo el tema «Huellas de carbono en productos: la importancia de contar con una verificación de tercera parte».
En su ponencia, Vogth-Eriksen confirmó que DNV es un proveedor global experto en certificaciones sustentables y, en esa dirección, colabora con compañías que desarrollan acciones sustentables, como CEMEX. En ese sentido, explicó que verificaron y certificaron la implementación de la herramienta de medición de la huella de carbono en nueve sitios de CEMEX, durante la etapa piloto.
«Las reducciones voluntarias de emisiones de carbono necesitan de revisiones externas para generar confianza. El proyecto de CEMEX es un ejemplo brillante, extender la verificación de la huella de carbono en todo el mundo será un esfuerzo enorme», dijo.
El CEO de DNV explicó que han certificado más de 70.000 operaciones en el planeta, asimismo, más de 1.000 proyectos de captura de carbono y es la primera certificadora de gases de invernadero. Insistió que, hace cinco años, la medición de la huella de carbono no era un tema importante, pero ahora el interés social está aumentando y es una exigencia de los clientes, usuarios y del público en general.
Al respecto, Madridejos manifestó que uno de los propósitos y motivaciones de CEMEX, precisamente, es aportar a la transparencia pública, dando a conocer sus primeras mediciones de la huella de carbono en los tres productos: cemento, concreto y agregados. En el 2009, la herramienta se aplicó al 58% de la producción de la compañía a nivel global, proceso que se irá extendiendo año con año y sus resultados se irán publicando en los reportes y en el sitio web de CEMEX para que el público observe los avances de la firma en la reducción de gases de efecto invernadero.
«Queremos educar, comunicar, enseñar el sendero que hay que recorrer. CEMEX se ha puesto a la cabeza, está mostrando el camino a seguir en aras de la transparencia. Cada año iremos actualizando esta medición de la huella de carbono», concluyó el presidente de la firma en Europa Occidental.
Fuente: Revista Estrategia y Negocios, p. 60 y 61.
Por: Roberto Fonseca.
Publicada: Julio de 2011.