Ante el éxito que han tenido en México sus Centros Productivos de Autoempleo (CPAs), Cemex se prepara para extender a otros países en donde haya pobreza este negocio social, incluso a regiones tan distantes como Egipto y Bangladesh.
Se trata de un modelo de autoconstrucción dirigido a zonas marginadas en el que la cementera aporta las máquinas moldeadora y revolvedora, así como los materiales, para que sus habitantes produzcan blocks.
Como remuneración a trabajo, la empresa les otorga el 50 por ciento de la producción (hasta mil unidades al día) que será utilizada en la edificación de sus propias viviendas básicas, de dos recámaras, cocina y baño.
La otra mitad es vendida por Cemex a constructoras privadas o a instituciones públicas de vivienda, como Fomerrey.
Martha Herrera González, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Cemex, explica que no se trata de un modelo filantrópico ni de repartir dádivas.
«Quien lo vea así está destinado al fracaso. Para que esto sea sustentable debe ser un ganar ganar de todos; ellos (los habitantes de las zonas marginadas) se integran al negocio (de Cemex), y nosotros nos integramos a su necesidad».
Señala que quienes dan su trabajo a un CPA logran hacer la obra negra de su vivienda a un costo 50 por ciento inferior al tradicional, gracias a que también acceden al programa Constru-Apoyo, que otorga subsidios estatales y federales por hasta 40 mil pesos para la compra de otros materiales.
La empresa, por su parte, se beneficia de crear lealtad de marca entre sus «socios temporales» y de la mayor venta que hacen los detallistas de otros materiales, como varillas, lo cual tiene un efecto positivo entre todo el sector de la construcción, apunta Herrera.
Un CPA se instala durante unos nueve meses en terrenos que promedian los 400 metros cuadrados.
Una vez terminada la edificación de casas es movido a otro lugar.
Herrera mencionó que a la fecha Cemex ha invertido unos 25 millones de pesos en 75 CPAs ubicados en 10 estados del País en los que han participado unas 300 mil personas.
Dice que la compañía ha alcanzado una tasa de retorno promedio del 30 por ciento y recursos que son reinvertidos al programa.
Fuera de México, ya operan cuatro CPAs en Colombia y recién Cemex envió maquinaria a Nicaragua para desarrollarlos ahí.
«Vamos a poner este modelo en todo Cemex Latinoamérica; para el año entrante prevemos tener 100 nuevos CPAs, 40 de ellos en México, aunque pueden ser más de 100 porque vamos a llevar este proyecto a Egipto y Bangladesh y a otros países que tengan pobreza extrema», menciona Herrera.
Fuente: Reforma
