Las prerrogativas que tienen Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) son el principal obstáculo para que México garantice su seguridad energética. Además, leyes y reglamentos que la regulan hacen que las tecnologías renovables sean una opción “ilegal” para la generación de energía.
De acuerdo con la académica del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), Miriam Grunstein, “estos monopolios de Estado no actúan de forma consistente con la estrategia nacional de energía hacia 2025 y no abordan cabalmente una reestructura interna que impulse una extracción sustentable de hidrocarburos ni de generación de electricidad mediante tecnologías renovables y limpias”.
La investigadora del CIDE será reconocida en unos días más con el “Premio de Ensayo sobre Energía Fernando Cuevas 2010-2011”, convocado por la Sede Subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en México.
Su ensayo Monopolios de Estado y Política del Cambio Climático en México ¿Bastiones de Cambio o Barreras Estratégicas? resultó ganador y en él analiza los obstáculos que fijan los monopolios públicos a las políticas y metas establecidas en el Programa Estratégico de Cambio Climático y en la Estrategia Nacional de Energía de México.
En su texto hace referencia el peso financiero que tienen ambas empresas en la economía, pero que no logra trascender una serie de barreras que las convertirían en importantes jugadoras en el mercado de bonos de carbono.
“México no ha podido acreditar el requisito de adicionalidad que exige la ONU para poder participar en el mercado de bonos de carbono. Esto es demostrar que se hicieron inversiones adicionales para que se le considere sustentable. Como Pemex y CFE operan al menor costo posible, este requisito es constantemente reprobado; es por ello que ninguna de las dos paraestatales no participa en el mercado de bonos de carbono”, observó.
En cuanto a su papel como entidades generadoras de recursos, Grunstein expone una de las verdades más ignoradas del sector energético, dominados de cabo a rabo por CFE y Pemex.
“En los últimos dos años, México asumió compromisos de reducir emisiones en 30% para 2020, sin que hubiera una voluntad política de mover las piezas clave del sector energético en una senda clara de políticas de eficiencia, diversificación en la canasta de combustibles y la adopción de fuentes renovables de generación eléctrica”.
Esto hace que al mismo tiempo México pierda oportunidades de financiamiento de bancos que buscan proyectos con componentes de sustentabilidad y eficiencia, explicó en entrevista.
Muchas veces los directores de ambos organismos escudan sus ineficiencias operativas y de sustentabilidad en la escasez de recursos para la inversión. “Habrá en México un uso eficiente de la energía, diversificación de la canasta de combustibles y uso de energías renovables en la medida que los ‘monopolios’ CFE y Pemex lo busquen y lo permitan”, puntualizó la investigadora.
Fuente: El Universal, Cartera, p. B6.
Reportero: David Aguilar.
Fecha: 29 de marzo de 2011.