Los informes sobre sostenibilidad son una gran herramienta para que las empresas marquen su camino hacia la sostenibilidad. Estos documentos ponen sobre la mesa los objetivos a corto, mediano y largo plaza para transformar de a poco los procesos de producción hacia la disminución de emisiones. Además de mostrar el seguimiento y resultados de aquellas estrategias que se han implementado en favor del medio ambiente. Muchas empresas que han decidido valientemente dar a conocer sus informes de sostenibilidad se han visto a menudo criticados debido al greenwashing que se termina revelando.
De acuerdo con la información publicada recientemente en ESG News, se dio a conocer el análisis de una encuesta global sobre informes corporativos 2024 de EY revelando que el 55% de los directores financieros temen que sus informes en sostenibilidad sean percibidos como greenwashing. Este temor surge de la preocupación de que exista una diligencia indebida o insuficiente y una divulgación no verificada. ¡Entérate de más!
¿Greenwashing en informes de sostenibilidad?
La encuesta, en la que participaron más de 2,000 líderes financieros y 815 inversores institucionales de todo el mundo, pone de relieve las dudas generalizadas sobre la capacidad de las empresas para cumplir los objetivos de sostenibilidad. En concreto, 47% de los líderes financieros 53% de inversores se cuestiona si estos objetivos son realistas, y citan divulgaciones de mala calidad que no demuestran una acción climática sustancial.
La mitad de los líderes financieros encuestados temen que las organizaciones no alcancen objetivos vitales de sostenibilidad en los próximos años. Solo el 47% de los líderes financieros y el 53% de los inversores creen que la mayoría de las empresas están en camino de alcanzar los objetivos establecidos.
Un asombroso 96% de los líderes financieros expresó preocupación por los datos no financieros de sus organizaciones no son adecuados para respaldar la toma de decisiones. Citaron problemas con los formatos de datos (39%) e inconsistencias (35%).
El enfoque en los impulsores no financieros del valor se está intensificando. El 69% de los líderes financieros observan más consultas de los inversores sobre estas cuestiones en comparación con hace dos años. El riesgo de lavado de imagen también plantea la amenaza de posibles litigios por parte de las partes interesadas, si se descubre que las empresas exageran sus logros.
“Si bien es cierto que las revelaciones se hacen de buena fe, los líderes financieros claramente dudan de que se haya llevado a cabo la debida diligencia necesaria”.
Para los directores financieros, abordar estos desafíos requerirá un restablecimiento fundamental de las prácticas de informes no financieros. Garantizando que los esfuerzos de sostenibilidad sean transparentes, verificables y alineados con la toma de decisiones financieras.
Quien no se equivoca, no aprende
Para erradicar el greenwashing es fundamental que las empresas adquieran el compromiso de generar un cambio en sus prácticas. Además de coherencia entre sus propósitos y sus informes.
A través de los informes las empresas proporcionan a los inversores una visión clara sobre el impacto ambiental y social, lo que fomenta la confianza. Analizando sus resultados, se puede evaluar el riesgo y el rendimiento de las inversiones a largo plazo. La transparencia es la clave para construir confianza y reputación. Hablar de fracasos y aprendizajes no es visto como un defecto, sino como una muestra de honestidad y compromiso con el progreso.
Sumado a ello, el papel de los consumidores también es crucial. El marketing lleno de engaños en el que se pretende hacer creer prácticas ecologistas, siempre estará presente en muchas empresas de renombre o menos reconocidas. Es un deber de los consumidores investigar cuáles son las empresas que sí están comprometidas con cuidado del medio ambiente.