Hubo un tiempo en que se oían las voces reivindicativas de Emma Watson y Jennifer Lawrence, pero ahora Chloë Moretz conquista la escena adolescente. ¿El ingrediente? Su naturalidad. Es esa chica de al lado que te dice lo que piensa, que no se calla nada, que defiende sus principios –en los cuales prima la lógica– y asume la popularidad como quien se encuentra un conocido a pie de calle. Ella es así. Y esta actitud nos encanta.
Cierto que salir con Brooklyn Beckham ha contribuido a incrementar su reconocimiento, pero lo suyo viene de lejos; con diecinueve años acumula más de una treintena de películas y mantiene un discurso propio: no admite el body shaming por muy expuesta que esté dada su profesión, se declara abiertamente feminista y se ha posicionado junto a Hilary Clinton en la carrera por la presidencia de Estados Unidos. Casi nada, vamos. Razones por las cuales no acepta el enfoque sexista que conceden a su actual relación con Brooklyn.
Ser conocida como ‘la novia de’ es algo que, no sólo detesta, sino que se escapa a su comprensión en pleno siglo XXI y tras sus logros. La intérprete ha hablado precisamente de esto en una entrevista para Glamour UK: «En serio, no sabéis la cantidad de veces que me describen como ‘su novia’. Y entonces pienso ‘Claro, no te preocupes, llevo treces años trabajando con este único propósito'».
«Estoy cansada de este sexismo cotidiano. Es el momento para definir a las mujeres por sus hazañas y no por sus relaciones», añadía. Palabras que demuestran una vez más su compromiso por conseguir la equidad entre géneros. «El feminismo para mí siempre ha tratado sobre alcanzar la igualdad» y eso no sólo se mide en derechos sino también en trato. ¡Bravo, Chloë!
Fuente: Vogue