Una caída de hasta 25% en la producción de la industria agroalimentaria nacional y posibles conflictos con sus más importantes socios comerciales, serán las consecuencias de que el gobierno no haya escuchado los reclamos del sector empresarial.
La Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 SCFI/SSA1-2010, que habla sobre el etiquetado frontal de alimentos y bebidas procesadas de fabricación nacional o extranjera, es sumamente restrictiva, por lo que hace tiempo empresarios le reprocharon al gobierno que la iniciativa afectaría a toda la cadena de producción de sus firmas, empero, no fueron escuchados.
De acuerdo con El Economista, Jaime Zabludovsky, presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) —que representa a más de 30 empresas como Coca-Cola, PepsiCo, Lala, Bimbo y La Costeña, entre otras—, afirmó que no hubo diálogo, sino una imposición por parte de la autoridad, sin considerar los argumentos técnicos y científicos del sector.
Esta tarde en entrevista con @aperezcanedo en @EnfoqueNoticias, nuestro presidente, Carlos Salazar Lomelín, platicó sobre el etiquetado de productos y las propuestas del sector empresarial en este tema.
— CCE (@cceoficialmx) January 30, 2020
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El etiquetado pretende que el consumidor identifique rápidamente los productos con exceso de nutrientes críticos como grasas saturadas, azúcares y sodio.
Las nuevas reglas requerirán que se impriman señales de «alto» de forma octagonal en la parte frontal de los paquetes con leyendas como: “alto en calorías”, “sal excesiva” o “alto en grasas saturadas”, entre otras.
Ante ello, Zabludovsky argumentó:
El etiquetado octagonal negro no advierte, sino que elimina información relevante de los productos para el consumidor, y en cambio sataniza el alimento al carecer de una descripción, en tanto que no señala porciones ni compara entre similares.
Jaime Zabludovsky, presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico).
Por su parte, Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), mencionó que las empresas agroalimentarias buscarán ampararse contra la medida, debido a la disminución de la producción nacional, cuyos productos afectados serán trigo, maíz, hortalizas y frutas y caña de azúcar.
“La producción nacional anda en 230 mil toneladas. A la industria procesadora de alimentos se va 75% de la producción, alrededor de 171 mil toneladas y si hubiera 25% menos consumo (según pronósticos del Consejo Coordinador Empresarial, CCE), habría un impacto de 42 mil toneladas”, sentenció.
“Queremos ser parte de la solución, desgraciadamente no hemos sido escuchados», Carlos Salazar Lomelín, Presidente del #CCE. https://t.co/kVNVkmSB4r
— CCE (@cceoficialmx) January 30, 2020
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) informó que no sólo Estados Unidos, sino también otros socios comerciales de México como la Unión Europea y Suiza, han compartido su preocupación ante la Organización Mundial del Comercio sobre el impacto de las nuevas reglas de etiquetado.
Según el Consejo, las consecuencias podrían ser el incumplimiento de los tratados internacionales de México, riesgos a la libre competencia, la vulnerabilidad a la propiedad intelectual y los obstáculos innecesarios al comercio, entre otros.
Me permito opinar desde la experiencia chilena, la cual no estuvo exenta de críticas por la industria agroalimentaria, sin embargo ya lleva unos años implantándose y habfuncionadonrelativamente bien dado que se rompe la asimetría de información entregándoles n los consumidores información para que tómense una decisión pensando en su salud y la de sus familias. Creo que no se debe perder el foco que esta medida apunta a resolver una problemática de salud pública más que económica o productiva.
Saludos desde Chile