La Comisión Interamericana de Derechos Humanos exhortó el lunes a los gobiernos del continente a asignar recursos suficientes para recolectar estadísticas sobre la violencia y la discriminación que sufren lesbianas, gays y bisexuales, entre otros.
Al difundir un informe sobre ese tema, la CIDH, basada en Washington, denunció que la violencia contra las personas con esas orientaciones sexuales puede ser invisible —pese a que suele tener altos niveles de ensañamiento y crueldad— debido a la escasez de denuncias ante las autoridades o los medios de comunicación.
La Comisión abogó por establecer una moratoria de leyes que criminalizan las relaciones sexuales consensuales entre personas del mismo sexo, para combatir la discriminación y violencia.
El organismo adscrito a la Organización de Estados Americanos pidió a los gobiernos a enviar «fuertes mensajes sociales» desde el más alto nivel político de rechazo a los actos de violencia y discriminación basados en la orientación sexual, identidad y expresión de género, y la diversidad corporal.
La CIDH manifestó que la gran mayoría de asesinatos y actos de violencia contra esas personas quedan impunes debido, entre otros factores, a miedo a denunciar, subregistro del problema, manejo inadecuado por parte de agentes estatales y falencias en las investigaciones. Según un Registro de Violencia que la comisión llevó adelante durante 15 meses entre 2013 y 2014, los hombres gay y las mujeres transexuales constituyeron la mayoría de las víctimas de abuso policial, mientras que las mujeres lesbianas y bisexuales son afectadas particularmente por violencia intrafamiliar y violencia sexual.
Por su parte, las mujeres transexuales son el grupo más afectado por la violencia policial, sobre todo en el contexto del trabajo sexual, concluyó el estudio.
Fuente: La Jornada