El 16.6% de los productos vendidos en México tiene su origen en el contrabando: Concamin; en muchos casos las piezas tienen de todo menos tabaco, dice una especialista del Centro Médico.
Se venden en tianguis, tienditas, afuera de las estaciones del Metro, con la señora de la cajita de dulces en cualquier calle y en cualquier ciudad del país. A cuatro pesos la pieza, pero ¿quién sabe realmente su origen?
La mayoría de los vendedores de cigarros en vía pública desconoce el origen o la legalidad del producto.
El director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco (BAT), Carlos Humberto Suárez, alerta que la venta de cigarrillos sueltos va en aumento, pese a estar prohibido legalmente.
«Vemos que esto está llegando a niveles de 16 o 17% del mercado, de los cuales la mayoría son ilegales», dice.
Mario Méndez, vendedor informal, asegura que compra las cajetillas en 10 y hasta 20 pesos cada una, lo que le genera un ahorro de más del 100%, «porque en las tiendas grandes o con los distribuidores son más caros».
Al igual que sus compañeros, Mario compra cada semana alrededor de cuatro paquetes con 20 cajetillas en lugares como Tepito y tianguis del Estado de México y Pachuca, Hidalgo.
Al cuestionarle el origen de su mercancía, con desdén afirma «son piratas o chinos como les decimos todos, pero eso no importa porque a final de cuentas son más baratos y la gente los compra».
Y así, tirados en el suelo, Méndez ofrece sueltos o en cajetilla una variedad de marcas como Modern, Royale, Bronco, Silver y Las Vegas.
El comercio informal repercute gravemente en la salud de la población, ya que no tiene ninguna regulación ni mucho menos alguna supervisión, por lo tanto su origen es desconocido, y los riesgos son inmensos, de acuerdo con la encargada de la clínica del tabaco del Hospital de Especialidades del Centro Médico Siglo XXI, Elizabeth Aguirre.
«Mediante la mezcla del comercio formal e informal el consumo de cigarros pone en riesgo la salud de al menos once millones de mexicanos y ahora con el consumo de productos piratas el riesgo es mucho mayor», resalta.
Aguirre subraya que pesar de no existir estudios determinados sobre cigarros piratas, su contenido y riesgo es doblemente mayor, «ya que en la mayoría de los casos se encuentra de todo en estos productos, menos tabaco».
De acuerdo con la Confederación de Cámara Industriales (Concamin) actualmente 16.6% de los cigarros vendidos en el país tiene su origen en el contrabando, ya que hay alrededor de 102 marcas que se comercializan sin consentimiento de las autoridades.
El directivo de British American Tobacco afirma que luego del aumento en el impuesto en 2011 creció el comercio ilícito que ya suma entre 15 y 18% del mercado nacional y se estima que unas 250 millones de cajetillas ilícitas entrarán al país este año.
Refirió que aunque la principal razón del incremento al impuesto de cigarros fue desincentivar su consumo para salvaguardar la salud pública, ocasionó también contrabando y venta de cajetillas en forma ilícita.
Suárez expresa que además se registran pérdidas en toda la cadena productiva:
«Si nosotros perdemos volumen de venta, requerimos menos tabaco, eso generara una menor siembra en los estados productores, entonces la afectación llega hasta el campo».
En su opinión, con el incremento de impuesto al cigarro se genera un mercado de precios bajos, por el que opta el consumidor al encontrar cajetillas de entre 12 y 14 pesos, cuando las marcas más económicas del mercado formal son de 28 pesos.
Las puertas de acceso
De enero a julio de este año, en las aduanas del país se aseguraron más de 106 millones de cigarrillos, un monto histórico para México, según datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Los cigarrillos llegan al país por las aduanas de Ciudad Juárez, Manzanillo, Mazatlán, Nuevo Laredo, Veracruz, Tijuana, Mexicali y Subteniente López.
Para la detección de ese tipo de contrabando el SAT trabaja en dos vertientes, la administración del riesgo y el apoyo de medios no intrusivos, que permite disponer de información gráfica de las operaciones que se realizan en las aduanas al momento de realizarse una operación.
Además, mantiene una estrecha coordinación con las autoridades de salud para revisar y asegurar los cargamentos cuando no cumplen con las normas oficiales mexicanas.
Los cigarrillos de contrabando incumplen con la Norma Oficial Mexicana (NOM) de etiquetado, con las regulaciones y restricciones no arancelarias; además no son consistentes las presentaciones, pues algunas veces las cajetillas vienen con menos cigarrillos en comparación con las marcas registradas en México.
Al respecto, la encargada de la clínica del tabaco del Hospital de Especialidades del Centro Médico Siglo XXI dice que es urgente abrir una línea de investigación para la identificación del contenido de este tipo de tabaco ilegal y continuar con las acciones para la eliminación del comercio y consumo, a fin de reducir el costo de los tratamientos para enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Esta enfermedad, dice, ocasiona la muerte de por lo menos seis millones de personas cada año y de seguir esta tendencia, para 2030 alcanzará los ocho millones de defunciones anualmente en el mundo.
Según la industria, las marcas ilícitas en el país son: Sheriff, Marshall; Jaisalmer; VIFA; LG Premium, Goal, Soberan, Ruby, 1839, Joe’s, Wine, Capital Euro, GoldMans, entre otras.
Tan sólo el 16 de octubre, el SAT, a través de la Aduana de Ciudad Juárez, Chihuahua, aseguró 49,000 cigarros que pretendían ser ingresados a territorio nacional de manera ilegal.
Fuente: CNN Expansión