El área de la ciencia que investiga modos de limpiar, reconstruir o descontaminar el ambiente es una de las más esperanzadoras. Conoce algunos de sus últimos adelantos.
Anticuerpos contra el petróleo
Científicos del Virginia Instituto of Marine Science, en Estados Unidos, desarrollaron un biosensor basado en anticuerpos para detectar contaminantes como el petróleo en los mares, de manera más sencilla, rápida y barata que las tecnologías disponibles hasta el momento. El dispositivo imita el funcionamiento del sistema inmunológico humano y procesa las muestras de agua en menos de 10 minutos, detectando cualquier contaminante en niveles tan bajos, como sólo unas pocas partes por mil millones. Además, es portátil. En la actualidad, existen unos cuantos, y son utilizados para medir las consecuencias ambientales del derrame del Golfo de México del año pasado.
Sol económico
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, encontraron un sistema más barato que el tradicional para transformar el calor solar en electricidad, con una eficiencia ocho veces más alta. Esto se consigue suprimiendo los sistemas de seguimiento del sol de los paneles solares convencionales. Así, la energía se difunde a lo largo del panel, lo que permite acumular más.
Fuera mercurio
El mercurio es uno de los compuestos contaminantes más tóxicos y difíciles de eliminar, sobre todo del agua. Sin embargo, a través de un nuevo chip hipersensible, creado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, será posible detectarlo más rápido.
El sistema se basa en un sensor óptico y una molécula modificada auto ensamblada en una superficie de oro. Mediante esta técnica, se consigue medir el mercurio presente en el agua, lo que permitirá un monitoreo más eficaz de los acuíferos del mundo.
CO2 ¡como combustible!
Fabricar combustible a partir de dióxido de carbono, bacterias y luz solar ya es posible, según los resultados del trabajo de un equipo de bioquímicos de la Universidad de Minnessota, Estados Unidos. Los estudios se han centrado en la utilización de una proteína para transformar los ácidos grasos producidos por bacterias en cetonas. Estos compuestos pueden luego transformarse en hidrocarburos. Cuando arden, se vuelve a generar dióxido de carbono e inicia un ciclo que podría proveernos de combustible de manera inagotable.
Plátanos anti tóxicos
Investigadores brasileños descubrieron que las cascaras de plata no picadas son capaces de unir y acumular rastros de plomo y cobre en agua de río, lo que permite descubrir metales tóxicos hasta 20 veces más fácil y rápido que mediante los métodos tradicionales. Esto, claro, no significa que podríamos limpiar los causes de agua llenándolos de la piel de esta fruta, pero el desarrollo a niveles industriales de un limpiador que tenga como ingrediente principal esta materia prima, es un paso hacia el aprovechamiento de todos los recursos disponibles para combatir la contaminación.
Fuente: Equilibrio, p. 20-21.
Publicada: Junio 2011.