El entorno en el que tendrán que desenvolverse las nuevas compañías líderes, supervivientes a la crisis, estará totalmente ligado a la economía sostenible; la economía será más competitiva, más productiva y también más sostenible
Para que este futuro sea una realidad, el informe de Fundación Alternativas con la colaboración de KPMG «Informe 2009. La Responsabilidad Social Corporativa en España: La RSC ante la crisis» ofrece cinco recomendaciones que pueden suponer una ventaja para las compañías:
1. Todos a una
El único modo de hacer que la RSE esté presente en el conjunto de la gestión de las compañías es que el departamento cuente con el apoyo explícito de la alta dirección. Más aún, deben mostrar interés activo también los órganos de gobierno y de dirección.
Todos deben ser asimismo conscientes del nivel de pasivos de confianza con los que cuenta la empresa, y saber qué asuntos perturban la capacidad de la empresa de generar confianza o de relacionarse positivamente con los grupos de interés.
2. Incentivos alineados con la RSE
Es necesario introducir cuestiones relacionadas con la RSE en las estructuras de incentivos de las compañías; así, se consigue integrar la RSE como parte de los procesos y estructuras de la empresa de un modo efectivo.
De hecho, la RSE es una cuestión cultural, un modo de actuar corporativo que se aplica a todas las personas de la organización. Por ello, los incentivos deben estar alineados con los valores definidos por las organizaciones para promover relaciones de confianza tanto en su seno como con los grupos de interés.
3. Gestión adecuada de los proveedores
Una adecuada gestión de la cadena de aprovisionamiento sigue siendo una medida clave para controlae una parte significativa de los riesgos reputacionales de las compañías: una mala praxis de los proveedores puede dañar gravemente la percepción social sobre una compañía, así como desacreditarla. Es necesario integrar la gestión de proveedores y contratistas bajo el paraguas de sus planteamientos RSE.
4. Reflexión sobre la RSE en el propio entorno
Es necesario distinguir los asuntos importantes de los que no lo son, lo que implica prestar atención al entrono cambiante, a la vez que cuidar la calidad de las relaciones con los grupos de interés.
La reflexión no debe limitarse al aquí y ahora, sino que hay que hacer prospecciones de futuro: las preocupaciones a las que se enfrenta la RSE están a medio y largo plazo, y se han desarrollado con independencia de la crisis económica. Un ejemplo sería el cambio climático.
5. Calidad informativa antes que cantidad
Muchas empresas ya cumplen con la periódica publicación de informes de sostenibilidad, pero ello no es suficiente. La calidad de la información publicada por las compañías sobre RSE sigue siendo considerada por los expertos insuficiente o irrelevante.
Fuente: Compromisorse.com