A un año y medio de haberse inaugurado la segunda Ciudad Rural Sustentable de Chiapas, ésta luce desolada e incompleta pues sólo 30 de las 115 viviendas construídas están habitadas, además de que él área no cuenta con los servicios básicos como agua potable y electricidad
Santiago el Pinar, Chiapas.- Anunciada con bombo y platillo, la segunda Ciudad Rural Sustentable de Chiapas luce desolada.
En marzo de 2011, el proyecto de Santiago el Pinar, que pretendía combatir la dispersión poblacional de comunidades lejanas y con pobreza, fue inaugurado en una ceremonia solemne por el Gobernador Juan Sabines y el Presidente Felipe Calderón.
En esa ocasión, el Mandatario chiapaneco presumió la apertura de escuelas y clínicas, luminarias, drenaje, agua potable, corredores comerciales, fábrica de muebles, procesadora de café, invernaderos y granjas.
Sin embargo, a año y medio de su fundación, apenas funciona. No hay agua. Tampoco hay luz porque la CFE cortó el suministro y las casas ni siquiera tienen medidores.
De las 115 viviendas, apenas 30 han sido ocupadas, confirmó el Alcalde Miguel Gómez.
Esto, porque los indígenas fueron engañados con que se construirían viviendas dignas en sus comunidades y no fuera de ellas, según el informe «De la Tierra al Asfalto», realizado este año por la Red por la Paz.
«La gente no se fue a vivir porque las casas son pequeñas y no hay servicios. Incluso, hay calles inconclusas», añadió el Edil.
Un pequeño montículo del cerro ha comenzado a deslavarse por las intensas lluvias, y el material pétreo invade la última de las avenidas en lo alto.
Una mujer indígena, una de las pocas que viven en la ciudad, y que sólo habla tzotzil, cuenta a señas que no hay agua, y que por eso se van de ahí.
«Las familias prefieren permanecer en sus comunidades», indica el Edil.
El proyecto pretendía tener fábricas y pequeños comercios que dieran empleo y sustentabilidad a la comunidad. Sin embargo, la docena de locales del mercado están vacíos. La procesadora de Café y el restaurante permanecen cerrados. En las oficinas no hay nadie.
«Nunca funcionó», dice un joven que se dirige a una comunidad vecina llevando a cuestas un costal de leña.
Las cinco grajas avícolas y los cuatro invernaderos «aún no son autosuficientes», reconoce un funcionario del Gobierno del estado, que pide el anonimato.
Las gallinas ponedoras y el alimento lo subsidia el Gobierno. El costo de producción es elevado. Recién se murieron 400 aves por diversas enfermedades, de las que no detalla.
Los invernaderos, donde cultivan rosas, han perdido un 40 por ciento de su producción por las plagas, y daño a su infraestructura, esto último por su ubicación en lo alto de la montaña y producto de las condiciones extremas del clima: vientos, lluvia, frío y tormentas eléctricas.
«Están en proceso de rehabilitación los plásticos y cortinas que se han dañado; los proyectos han presentado complicaciones», precisa la fuente.
La fábrica ensambladora de triciclos y muebles trabaja a la mitad de su capacidad, abastecida por una planta de energía a base de diesel, ante la falta de energía, lo que aumenta los costos de producción, cuenta Mateo Gómez, trabajador del lugar, junto a otros 150 indígenas que, en su mayoría, vienen de comunidades vecinas.
Gómez señala que el Gobierno les donó la planta y el primer capital. Por seis meses, el pago de salarios fue subsidiado, y ahora se pagan de los triciclos y sillas que le venden al propio Gobierno del estado. Sin embargo, como es su único comprador, los pagos se han retrasado porque les dicen que ya no hay dinero.
Cuestionan organismos viabilidad
En tres años, el Gobierno de Chiapas, encabezado por Juan Sabines, edificó dos Ciudades Rurales Sustentables, mismas que presentan serias deficiencias.
A pesar del fracaso, ya se construyen dos ciudades más, mismas que podrían concluirse antes del cambio de Gobierno, en diciembre próximo.
Se encuentran edificadas la Ciudad Rural Sustentable de Nuevo Juan de Grijalva y Santiago El Pinar.
En proceso de conclusión están Ixhuatán y Jaltenango de la Paz. Cuatro más estarían en fase de proyecto.
Las Ciudades Rurales fueron creadas por el Gobierno de Juan Sabines Guerrero como una estrategia adoptada en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para combatir la pobreza.
Sin embargo, este año se presentó el Informe de la Misión a México, elaborado por el Relator Especial de la ONU sobre derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, quien en su visita al País también incluyó al estado de Chiapas y sus Ciudades Rurales.
En el reporte advirtió que este concepto se está «ensayando» en Chiapas, y que debe realizarse una «evaluación exhaustiva» antes que se establezcan más ciudades de este tipo.
«Las cooperativas son apenas viables, debido a la falta de capacitación adecuada sobre comercialización y de apoyo adecuado para la negociación de contratos con posibles clientes», señaló.
La Misión Civil de Observación de la Red por la Paz Chiapas y Caik, integrada por varias organizaciones, presentó un informe sobre las Ciudades Rurales, titulado «De la tierra al Asfalto», en el que señala aunque los proyectos dicen buscar el combate a la pobreza y el desarrollo de los pueblos, generan procesos de desintegración comunitaria, despojo territorial y desposesión cultural.
«Los pueblos no participaron, ni fueron justamente consultados en ninguna de las fases de este proyecto».
Fuente: Terra