Uno de los desafíos más importantes para México es reducir la obesidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), somos el decimoctavo país con más obesidad entre la población adulta y, según la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad, el sexto con mayor obesidad infantil.
Para poder cambiar esto es fundamental entender que estamos ante un problema multifactorial, causado por un conjunto de acciones, conductas y hábitos interrelacionados que han de analizarse cuidadosamente.
En Coca-Cola queremos contribuir a la solución de este problema. Y queremos hacerlo porque somos más que una compañía de bebidas. Somos miembros activos de la comunidad, vecinos, amigos, pero, sobre todo, somos una empresa que siempre se ha preocupado por ofrecer los mejores productos a sus consumidores y por contribuir a la sustentabilidad de nuestras comunidades.
La evidencia médica y nutricional, las estadísticas y los cambios en nuestros estilos de vida demuestran que los refrescos no son los causantes del problema. En el último estudio del Instituto Nacional de Salud Pública, se señala que representan sólo el 6.6 por ciento de una dieta recomendada de 2 mil calorías diarias. La OMS calcula que en nuestro País ingerimos más de 3 mil calorías por día, un 50 por ciento más de lo recomendado.
Sin embargo, en algunos ámbitos se insiste en el argumento de que los refrescos son los únicos o principales causantes de la obesidad, lo que genera confusión sobre las causas de este problema y nos aparta de una verdadera solución.
En Coca-Cola reconocemos los múltiples factores que influyen en este problema y proponemos una solución integral, coordinada y de largo plazo. Y queremos ser parte activa de la solución. Por eso, impulsamos acciones muy concretas: Ofrecemos una amplia gama de productos y empaques, que incluye variedad de opciones en porciones reducidas y bebidas bajas o sin calorías. Nuestros productos bajos en calorías representan casi el 40 por ciento de nuestro portafolio, proporcionando así múltiples alternativas para cualquier estilo de vida.
Hemos incluido en nuestros empaques información muy relevante al introducir las GDAs -Guías Diarias de Alimentación-, gráficas sencillas y fáciles de comprender que indican el contenido de calorías, azúcares, grasas y sodio en un producto. Las GDAs informan también del porcentaje de la ingesta diaria recomendada que representa cada bebida, con lo que se pueden tomar decisiones más informadas.
Igualmente, y respetuosos del derecho de padres o tutores a decidir lo que consumen los niños, no anunciamos nuestros productos en programas infantiles, ni dirigimos nuestros mensajes publicitarios a menores de 12 años. Más aún, estamos implementando de forma progresiva nuestros lineamientos de venta en escuelas, los cuales nos llevan a no ofrecer nuestros productos en las primarias, salvo si lo solicitan padres, tutores o autoridades escolares.
También seguimos impulsando programas educativos para promover la adopción de una dieta balanceada y la práctica de actividad física, factores catalogados por la OMS como indispensables para combatir el sobrepeso y la obesidad. Así, el mes próximo lanzaremos una iniciativa para apoyar a los consumidores en la comprensión de la información nutricional de nuestras GDAs.
Queremos inspirar conductas saludables entre los mexicanos, al tiempo que promovemos la lucha contra el sedentarismo. Para ello debemos entender nuestras costumbres y el entorno donde nos desenvolvemos, cada día más dinámico y complejo. La OMS, por ejemplo, señala que los sustanciales cambios experimentados en nuestros estilos de vida favorecen el aumento de la población obesa de países como México, donde los niños y jóvenes pasan su tiempo en actividades pasivas. Según datos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) sólo el 16 por ciento de los mexicanos practica algún deporte.
Creemos que la esencia optimista de Coca-Cola también tiene un papel que jugar a través de mensajes propositivos que refuercen estilos de vida activos y saludables. Elegimos invitar a la gente a moverse más y llevar una alimentación balanceada, pero sin hablar de imposiciones o prohibiciones, sino de empoderamiento, de la capacidad de cada uno de nosotros para hacer realidad el cambio.
Se trata de modificar el tono de la comunicación para ser escuchados, para inspirar el cambio y hacer eco. Para abrir una ventana donde estaba cerrada una puerta. Una ventana hacia un futuro más sano y sustentable para México, para nosotros y nuestros hijos.
No hay una respuesta sencilla para el problema de la obesidad, pero con acciones como éstas buscamos contribuir a un esfuerzo que debe ser integral, informado y de largo plazo. Entre todos lo podemos hacer.
El autor es presidente de Coca-Cola para América Latina
Fuente: Reforma; Negocios, p. 6
Autor: José Octavio Reyes
Publicada: 17 de agosto 2010
