Desde el anuncio del patrocinio de Coca-Cola en la cumbre climática COP27, que reúne a los líderes mundiales para abordar los principales desafíos que enfrenta actualmente la humanidad, se han generado una ola de reacciones violentas de grupos ambientalistas. Esto debido al aparente cabildeo de influencia de la compañía para disimular su gran huella plástica.
Ante esto, la marca de bienes de consumo no había respondido ante las acusaciones y señalamientos de greenwashing en ninguno de sus canales de comunicación. Sin embargo, recientemente se notificó que Coca-Cola responde a críticas. De esta manera, reconoce su responsabilidad en reducir su huella de carbono, aprender y participar activamente en la acción climática positiva.
El problema de los plásticos
No es un hecho oculto que, durante años, el gigante de las bebidas embotelladas ha sido señalado como uno de los mayores contaminadores de plásticos del mundo. Los cuales se derivan de los combustibles fósiles que están alterando gravemente el clima del planeta.
En todo el mundo, al menos 8.8 millones de toneladas de desechos plásticos ingresan al medio ambiente marino cada año. Lo que equivale a arrojar un camión de basura lleno de plástico al océano cada minuto. Si las tendencias actuales continúan, los científicos han estimado que este total podría aumentar a 53 millones de toneladas anuales para 2030. Lo que es aproximadamente la mitad del peso de todos los peces capturados en los océanos a nivel mundial cada año.
La directora ejecutiva del bufete de abogados activista ClientEarth, Laura Clarke, también se ha pronunciado al respecto. Puesto que ha calificado el patrocinio de Coca-Cola en la COP27 como greenwashing, dado el papel de la compañía en la generación de contaminación plástica.
Coca-Cola responde a críticas por su participación en la cumbre climática
La empresa ha recibido duras críticas y señalamientos por parte del público. Incluso se ha pedido eliminar su participación en conversaciones sobre el clima durante la importante cumbre climática que se realiza en la ciudad costera egipcia de Sharm el-Sheikh. Por lo que Coca-Cola responde a críticas de la siguiente manera:
«Estamos de acuerdo en que tenemos la responsabilidad de reducir la huella de carbono de nuestra cadena de valor e informamos de manera transparente nuestro progreso mientras tomamos más medidas para abordar el grave desafío que enfrenta el planeta».
The Coca-Cola Company.
Asimismo, la marca mencionó que ha estado participando activamente en eventos de la COP desde Copenhague en 2009. Esto con el objetivo de «escuchar y aprender, y participar constructivamente en la acción climática positiva».
También señaló que, frente a los problemas que enfrenta el planeta, es importante que todas las partes interesadas participen en los debates, incluidos aquellos que históricamente no han tenido voz. Por lo tanto, para abordar soluciones efectivas se requiere el involucramiento de toda la sociedad, incluidos gobiernos, sociedad civil y, por supuesto, el sector empresarial.
Aunque Coca-Cola responde a críticas, su declaración se ve empañada tras un reciente informe de Break Free From Plastic. Este colectivo sin fines de lucro encuentra que la marca ha encabezado la clasificación de los mayores contaminantes plásticos del mundo durante cinco años consecutivos.
Se polariza la participación de Coca-Cola en la COP27
El informe del colectivo señala que Coca-Cola es una de las marcas de consumo más ampliamente disponibles, porque está a la venta en más de 200 territorios. Además, produce 200 mil botellas de plástico por minuto, y un porcentaje importante de ellas terminan en los lagos, ríos y océanos.
Por si eso fuera poco, la compañía también ha sido criticada por su huella hídrica, pues las fábricas de la compañía han dejado a comunidades en India sin agua. Asimismo, en marzo, Coca-Cola fue criticada por extraer agua subterránea durante una sequía en México.
«Cuando los contaminadores dominan las negociaciones sobre el clima, no obtenemos buenos resultados. Como activista africana, me preocupa que más de nuestros lagos vuelvan a llenarse de plásticos».
Nyombi Morris, activista de Uganda y embajador de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Pero, a pesar de que algunos activistas medioambientales temen que la participación de la firma afecte las negociaciones, hay quienes se han opuesto a las críticas a la compañía, destacando los esfuerzos de la multinacional para abordar la contaminación plástica.
Los compromisos plásticos de Coca-Cola
Entre las acciones que mencionan algunos observadores de la industria para abordar la crisis de plásticos están los compromisos de la compañía para usar un 50% de materiales reciclados en sus empaques para 2030. Así como reducir el uso de plástico virgen en 3 millones de toneladas para 2025 y vender el 25% de sus bebidas en botellas retornables para 2030.
Además, señalan que Coca-Cola usa más plástico reciclado en sus productos que casi cualquier otra empresa importante de bienes de consumo. Según datos de Ellen McArthur Foundation, el 11.5% del plástico que Coca-Cola usa se hizo con material reciclado en 2020, un aumento de 1.8% respecto al año anterior.
Chris DeArmitt, un consultor de materiales con sede en EE. UU., dijo que el PET que Coca-Cola usa para fabricar sus botellas, y se usa ampliamente en el empaque de productos, «es la opción más ecológica comprobada», ya que el PET es el tipo de plástico más fácil de reciclar.
«Criticarlos por [usar plástico] es injusto y científicamente incorrecto».
Chris DeArmitt, consultor de materiales con sede en EE. UU.
No obstante, un informe de progreso sobre los objetivos de reciclaje y reducción de plástico de Coca-Cola realizado por Greenpeace concluye que, casi con seguridad, la embotelladora no alcanzará sus compromisos voluntarios de eliminar la contaminación plástica.
Para acelerar el impulso de acciones contra los plásticos, Break Free From Plastic está pidiendo un Tratado Global de Plásticos legalmente vinculante, que introduciría medidas para responsabilizar a los contaminadores como Coca-Cola por sus productos desechados. Por lo que la primera reunión de negociación del tratado se llevará a cabo a finales de noviembre.