Por: María José Evia Herrero
Coca-Cola sigue intentando convencernos de que su compromiso contra la obesidad va en serio. La conversación es, por momentos, incómoda porque los conceptos «vida saludable» y «Coca-Cola» nunca habían ido mano a mano. Mientras la empresa y toda la industria refresquera se esfuerza por hacer cambios que reflejen su nueva filosofía en su publicidad y en sus productos, nos llegan noticias sobre el grave aumento de la obesidad en nuestro país. Pero ¿qué tiene que decir la directora de sustentabilidad de Coca-Cola? ¿es diferente su postura al discurso empresarial de siempre?
Parece que sí, porque Bea Perez tiene una relación personal con la lucha contra la obesidad. En una entrevista reciente dijo que su esposo es un ejecutivo del Centro de prevención y control de enfermedades de Estados Unidos, por lo que sus conversaciones con él y con otros colegas la convencieron de que su compañía tiene la capacidad de ser un agente poderoso del cambio hacia una vida más sana.
Ella también reveló que los cuatro compromisos que hizo Coca-Cola este año (ofrecer bebidas sin calorías en todos sus mercados, proveer información nutricional transparente, apoyar programas que promuevan la actividad física y ser más responsables en su marketing) fueron resultado de largas discusiones internas con el CEO Muhtar Kent y con todo el equipo. Perez también sostiene que abrirá más líneas de diálogo con los diversos grupos de interés de la empresa.
El escepticismo de expertos es comprensible, ya que la obesidad y la vida sedentaria son problemas graves para la salud pública en todo el mundo. Sin embargo, Coca-Cola es tan sólo una empresa. Una empresa multinacional, poderosa y apreciada, pero una empresa al fin. La respuesta tendrá que ser multi factorial e incluir al sector privado, gobiernos, ONGs y ciudadanos. Tener a Coca- Cola, al menos de palabra, del lado de la solución es mejor que ser su enemigo.
Faltan varios años para que podamos saber si los cuatro compromisos de Coca-Cola tendrán un impacto significativo y si cumplirá con todas las promesas que está haciendo actualmente. Por el momento, lo mejor es mantener abiertas las vías de comunicación y generar colaboraciones de expertos que resulten en información sencilla y verdadera para los consumidores, así como en cambios estructurales en nuestra sociedad.
Fuente:
The Guardian
Hola, esta interesante su articulo muchas gracias!
Considero que no es suficiente con lo que hace la compañía, además que no solo es la cuestión de la obecidad, sino otros efectos que los refrescos causan, especialmente aquellos de dieta, y en especial en los dientes. estoy de acuerdo que dependerá del consumo de cada persona, no obstante la compañia nunca dira que las personas deberáin reducir su consumo, antes bien lo ponen como un producto saludable.
Me tope con la siguiente información la cual comparto.
http://www.care2.com/greenliving/dangers-of-diet-soda.html
http://www.care2.com/greenliving/heres-the-way-diet-soda-can-be-just-as-bad-for-you-as-crack.html
Rosalía:
Muchas gracias por tu comentario y por la información.