La responsabilidad social está engarzada a la estrategia de la empresa; lo demás se resbala a ser inversión social o ya en último caso, filantropía. La razón: la RS debe ser rentable.
En este sentido encontramos una gran ejecución por parte de Coca Cola, quien se ha comprometido a instalar 6.350 refrigeradores y máquinas expendedoras ecológicas en China ante la inminente llegada de los Juegos Olímpicos.
Al parecer, la medida surge de un acuerdo entre la compañía y el grupo ecologista Greenpeace, donde se establece que las máquinas que se instalen en las sedes olímpicas no emitirán HFC (hidrofluorocarbonos), uno de los responsables del calentamiento global; además de ello, contarán con un sistema que contribuirá a mejorar la eficiencia energética.
Un claro ejemplo de accionar estratégico, generando lazos con una de las ONG’s más importantes del planeta, beneficiando al medio ambiente e integrando la RS en su cadena de valor.
cuanto cuesta cada uno ?
el de refrescos y el otro