Coca-Cola tardará entre dos y cinco días para retirar del mercado venezolano todas sus Coca-Cola Zero y cumplir así con una medida de las autoridades que ordenaron la suspensión inmediata de la venta de la bebida en el país, por considerarla posiblemente dañina para los humanos.
El Ministerio para la Salud de Venezuela consideró que Coca-Cola Zero contiene un componente que podría resultar perjudicial para los humanos.
La bebida había salió a la venta en Venezuela apenas en abril pasado, sin embargo, luego de una inspección del Ministerio de Salud, que se realizó a las instalaciones de la embotelladora, se determinó que la Coca-Cola Zero ‘debía salir de circulación para preservar la salud de los venezolanos’.
»Garantizamos que ningún componente de Coca-Cola Zero es perjudicial para la salud de las personas», afirmó la gerente de la embotelladora al asegurar que la Coca-Cola Zero que se vende en Venezuela »no contiene ciclamato», un edulcorante que ha sido señalado como perjudicial para los humanos y que ha sido prohibido en Estados Unidos desde 1969 por ser considerado cancerígeno. En Venezuela la Coca Cola Zero solo contiene los endulzantes no calóricos »acesulfame-K y aspartame», según asegura la propia marca.
La situación parece llegar en el peor momento, luego de que la marca hubiera solventado apenas a finales del 2008, una huelga de ex empleados que venían realizando protestas para exigir el reconocimiento de prestaciones sociales y beneficios de antigüedad que aseguraban ascendían a 520 millones de dólares.
La situación es una clara muestra de que no existen las marcas puras y de que, aún aquellas que suelen ejecutar extensos programas de RSE, no están exentas de señalamientos y cuestionamientos sociales. En este contexto y dado que los endulzantes de Coca-Cola Zero han suscitado polémica ya en otros países por esta misma causa, es imposible dejar de cuestionarse por qué la marca no emprendió acciones preventivas en vez de este plan emergente de índole correctivo ante la presión del gobierno venezolano.
La RSE debe ser estratégica y por supuesto cubrir aspectos preventivos, sobre todo, cuando problemas de corte social o ambiental han afectado anteriormente a la compañía; de modo que aún si la bebida no fuera perjudicial al ser humano, la RSE poco visionaria y estratégica sí lo fue para la reputación de marca… digamos que en ese aspecto, Coca-Cola fue calificada con… zero.