El Comité Olímpico Internacional (COI), una organización no gubernamental con sede en Suiza e independiente de cualquier nación, se fundó en 1894, dicha instancia está conformada por un grupo de funcionarios que supervisan y apoyan los Juegos Olímpicos y establecen las políticas olímpicas, desde si el break dance puede añadirse como deporte oficial hasta los requisitos para que un atleta compita por un país en el que no reside.
Para entender mejor la importancia del COI, The Conversation entrevistó a los especialistas en deportes Yannick Kluch y Eli Wolff, haciéndoles cinco preguntas sobre lo que hace y por qué tanta gente quiere que cambie su forma de responder a las preocupaciones sobre los derechos humanos y otros aspectos.
Una entrevista para entender si COI no defiende los derechos humanos
Kuch y Wolff hablaron para el medio antes citado y explicaron puntos centrales sobre el COI y la importancia de esta agrupación en el ámbito social y deportivo.
1. ¿Cuáles son las principales actividades del COI?
El COI coordina lo que se conoce como «movimiento olímpico», este término se refiere a todos los comités, federaciones y otros organismos que efectúan competiciones deportivas espectaculares cada dos años.
E incluye la supervisión de los 206 comités olímpicos nacionales y las 35 federaciones deportivas internacionales. El COI también procura los comités organizadores específicos —que se conforman siete años antes de que comiencen las competiciones— para cada Olimpiada.
Los 101 integrantes del COI, muchos de los cuales son antiguos atletas, se reúnen al menos una vez al año para tomar decisiones importantes. Son responsables de seleccionar dónde se celebrarán los futuros Juegos Olímpicos, de elegir a sus dirigentes o nuevas disciplinas y realizar modificaciones en la Carta Olímpica. Los propios funcionarios del COI seleccionan a los candidatos para formar parte de él.
El alemán Thomas Bach es el presidente del COI desde 2013, él convoca regularmente a su comisión ejecutiva y representa al COI durante los Juegos.
El COI coordina varias iniciativas humanitarias, como Paz y Desarrollo a través del Deporte, el equipo olímpico de refugiados y el programa de Solidaridad Olímpica. Además posee el estatus de observador ante las Naciones Unidas y promueve un alto al fuego simbólico mundial durante los eventos, conocido como la resolución de la Tregua Olímpica.
2. ¿Cuál es la misión del COI?
El COI tiene tres funciones principales: «su trabajo es fomentar la promoción de los valores olímpicos, asegurar la celebración regular de los Juegos Olímpicos y su legado así como apoyar a todas las organizaciones afiliadas».
En la Carta Olímpica, el COI profundiza en sus pilares, articulando los siete principios fundamentales del «olimpismo». Estos incluyen poner «el deporte al servicio del desarrollo armonioso de la humanidad, con vistas a construir una sociedad pacífica preocupada por la preservación de la dignidad humana».
Así como promover la «práctica del deporte como un derecho humano», un compromiso de neutralidad política y proteger a los atletas de la discriminación. De igual forma, el COI debe cuidar la ética y la integridad del movimiento olímpico, evitar el abuso y el acoso y, en general, hacer que las competiciones sean seguras, justas y accesibles para quienes clasifiquen.
3. ¿Cómo obtiene dinero el COI y a qué se destinan esos fondos?
Aproximadamente tres cuartas partes de sus fondos proceden de la venta de los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos. La mayor parte del resto se obtiene a través de acuerdos de marketing. El COI recaudó más de 5,000 millones de dólares en las competencias de 2014 y 2016, según los datos más recientes que ha publicado.
Como el COI es una organización sin ánimo de lucro, sus dirigentes no gestionan este dinero como lo harían si fuera una empresa privada. En su lugar, el comité distribuye el 90% de sus ingresos a los comités olímpicos nacionales, a los atletas olímpicos y a otras entidades, reservando lo que queda para cubrir los gastos operativos.
Además aporta la mitad de los fondos que utiliza la Asociación Mundial Antidopaje, creada en 1999 para investigar y controlar el uso de medicamentos y tratamientos prohibidos por parte de las y los atletas. Los gobiernos aportan el resto de la financiación.
Los deportistas olímpicos, especialmente los que compiten en los equipos de Estados Unidos, reciben una compensación muy baja por su participación en los Juegos, y están limitados en cuanto a su capacidad de ganar dinero con acuerdos de comercialización. Bach, aunque técnicamente es un voluntario, gana unos 244,000 dólares al año, y otros dirigentes del COI igual cobran.
4. ¿Cuáles son algunas de las controversias a las que se enfrenta el COI?
En 2014, la respuesta del COI a las pruebas de que el gobierno ruso patrocinaba el dopaje sistemático de sus atletas ha provocado críticas generalizadas por ser demasiado indulgente y ha desatado la polémica desde entonces. Para castigar esta acción, sin marginar a todos los competidores rusos de los Juegos, el COI les permite asistir como «atletas olímpicos de Rusia» pero sin usar la bandera o el himno.
En 2022, el dopaje siguió siendo una problemática. Eso quedó claro cuando los resultados de las pruebas tardías mostraron que la patinadora artística rusa Kamila Valieva había utilizado un medicamento prohibido para el corazón varias semanas antes de su participación. La respuesta del COI a esta noticia pareció decepcionar a todas las partes.
Por otro lado, no ha conseguido frenar la corrupción en los procesos de licitación para albergar las sedes olímpicas, un problema que viene de tiempo atrás y que se ha puesto de manifiesto recientemente con los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro y los celebrados en Tokio cinco años después.
Los grupos de derechos humanos han expresado su indignación por las decisiones del COI que permitieron a China organizar los Juegos Olímpicos de 2008 y 2022. Dicha nación se enfrenta a acusaciones generalizadas, incluso por parte del gobierno estadounidense, de oprimir a las comunidades uigures en la región occidental de Xinjiang. Este abuso se ha considerado como un genocidio.
Muchos deportistas y otras personas se oponen a la represión de contra el pueblo tibetano. China también ha recibido numerosas críticas por cortar la libertad de expresión en Hong Kong.
Estados Unidos y varios otros países citaron estas preocupaciones al anunciar un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Beijing 2022. Ante esto, el comité afirma que «en todo momento, el COI reconoce y defiende los derechos humanos».
Aunado a lo anterior, el COI ha sido criticado por la llamada Regla 50, adoptada originalmente en 1975 como Regla 55, en la actualidad establece que «no se permite ningún tipo de manifestación o propaganda política, religiosa o racial en ninguno de los emplazamientos, sedes u otras áreas olímpicas».
Esta es la razón por la se prohíbe a los atletas participar en protestas mientras compiten o durante las ceremonias de entrega de medallas. Una y otra vez, el COI se ha apoyado en la Regla 50 para justificar su compromiso con lo que denomina «neutralidad política» como principio fundamental del olimpismo, aún cuando se ha contradecido uno o más aspectos de su misión.
5. ¿Es el COI neutral y apolítico?
Bueno, depende de a quién se le pregunte. «La posición del COI debe ser, dada la neutralidad política, no comentar cuestiones políticas», dijo Bach, cuando se le cuestionó sobre el abuso de los uigures por parte del gobierno chino al inicio de los Juegos de Invierno. Y agregó:
Porque de lo contrario, si estamos adoptando un punto de vista político, y nos metemos en medio de tensiones y disputas así como de enfrentamientos entre poderes políticos, entonces estamos poniendo en riesgo los Juegos Olímpicos.
Thomas Bach, presidente del COI.
Asimismo, en 2020, escribió que los Juegos Olímpicos «pueden ser un ejemplo para un mundo en el que todos respeten las mismas reglas y a los demás». Sin embargo, expertos en derechos humanos y activistas han calificado de mito la postura apolítica del COI y lo han instado a adoptar una postura más firme frente a los abusos.
Poco antes de que comenzaran las competencias de Tokio, en el verano de 2021, más de 150 expertos en deporte, derechos humanos y justicia social, publicaron una carta abierta. En ella, se pedía al COI que demostrara un mayor compromiso con los derechos humanos y la justicia social.
La neutralidad nunca es neutral.
Como reflejo de la sociedad en general, el deporte no es inmune a los males sociales que han creado desigualdades globales. … Permanecer neutral significa permanecer en silencio, y permanecer en silencio significa apoyar la injusticia en curso.
Carta abierta dirigida al COI.
Posiblemente, el manejo diplomático del COI deba cambiar frente a una época en la cual mostrar neutralidad es una muestra de apoyo a las causas violentas o negativas,