La responsabilidad social no es un acto de filantropía, sino una acción de beneficio empresarial.
La combinación de filantropía con la RSE se convierte en la combinación socialmente rentable.
Un ejemplo de esto, es Alfredo Harp Helú, quien en una presentación en el Centro Banamex anunció que destinara mil millones de pesos en los próximos dos años a iniciativas sociales, educativas, culturales y deportivas.
Entre los invitados a la presentación del primer informe de la Fundación Harp, destacaron el presidente FCH y su esposa Margarita Zavala; el rector de la UNAM José Narro y el luchador El hijo del Santo.
La Crónica, “Poder y Dinero”, negocios, p.26