Comedor comunitario para niños

Existe una problemática social en particular, a la que están expuestos miles de niñas y niños, que puede llegar a desencadenar una serie de afectaciones en diversos aspectos de su vida, como la salud, el desempeño escolar y social, o el desarrollo físico y mental. Se trata de la desnutrición.

Actualmente, la desnutrición afecta al 7.25 por ciento de los niños de 5 a 14 años de edad en poblaciones urbanas y al 14.5 por ciento hablando de poblaciones rurales, según información de Comer y Crecer, una asociación de la sociedad civil que promueve la seguridad alimentaria.

Un niño que padece desnutrición hoy, en el futuro será un adulto en desventaja física, social y productiva en relación al resto de la población. De ahí la importancia de atender el problema en la etapa escolar, una de las etapas más importantes de desarrollo.

La desnutrición se encuentra mayormente presente en las comunidades económicamente más vulnerables de la sociedad. Muchos de los niños, pertenecientes a estas comunidades se presentan a la escuela por la mañana sin haber desayunado, afectando su rendimiento a lo largo del día.

Ante esta situación se creó Comer y Crecer, una organización que cuenta con un modelo integral replicable para brindar a niños de escasos recursos una alimentación balanceada y mejorar su nutrición, por medio de comedores comunitarios para niños.

Comedor comunitario para niños

Se trata de un espacio donde niños y niñas en edad escolar que no cuentan con recursos necesarios, pueden asistir antes o después de ir a la escuela a tomar sus alimentos, con el objetivo de disminuir los índices de desnutrición en este sector de la población.

Actualmente hay ocho comedores comunitarios infantiles operando, con decenas de voluntarios trabajando y gente involucrada en el proyecto.

Además de considerar la alimentación con menús planeados por nutriólogas profesionales, la organización ofrece talleres de formación humana para los niños y sus padres, trabajando temas de ética, superación personal, buenos modales, entre otros, lo que les permite tener una dinámica de convivencia sana y eliminar aspectos de violencia dentro y fuera del hogar.

Debido al impacto de la desnutrición en el desarrollo social y económico del país, hay empresas que respaldan esta iniciativa y hacen importantes aportaciones para que pueda continuar su labor y llegar cada vez a más gente.

Una de estas empresas es Grupo Gigante que a través de su Fundación, hace aportaciones económicas para la compra de alimentos, mobiliario, equipo de refrigeración, entre otras cosas. Constantemente hace visitas a los comedores para conocer sus necesidades y asegurar la correcta operación, además de buscar aliados que se sumen a la causa.

Fundación Gigante busca apoyar proyectos sociales enfocados en tres ejes: salud, educación y desastres naturales. El modelo de intervención que ofrece Comer y Crecer se adapta perfectamente a dos de estos: salud y educación, volviéndose una causa idónea para apoyar.

Una historia de superación

Año con año se ven en los comedores de Comer y Crecer, historias destacables de niños que mejoran su desempeño académico, que suben sus calificaciones y que mejoran su salud, o de familias enteras que modifican su dinámica familiar.

Como el caso de Petra González, que desde que abrió el comedor en una comunidad de Cuajimalpa, ella y sus cuatro hijos se han visto beneficiados en más de una forma.

Petra asegura que a sus hijos les encanta asistir, que ahora comen balanceado y asisten a clases de lectura en el mismo comedor. Pero no solo a ellos les ha servido; cada miércoles ella asiste a talleres donde ven temas de superación personal, “Yo era una persona muy agresiva y ahora con todo lo que nos han enseñado ya veo que hay que hacer muchos cambios y que no debemos de ser tan egoístas; debe uno de sonreír porque es la actitud que se refleja hacia uno mismo y hacia los demás”.

Al día de hoy hay 780 niños atendidos en los ocho comedores de Comer y Crecer, beneficiando a un total de 512 familias. Hay 128 madres de familia como Petra, que asisten al programa Transforma, 40 voluntarios y 370 padrinos. Cabe resalta que del total de niños, 114 de los que asisten al comedor, leen un promedio de 3 libros al mes.

En el 2017 los resultados en materia de nutrición fueron sobresalientes, ya que se bajó el índice de sobre peso en un 14.9 por ciento, de obesidad en un 10.9 por ciento y el de desnutrición en un 4.4 por ciento. Creando conciencia en las comunidades acerca de la importancia de una buena alimentación, y en el resto de la población, de la importancia de apoyar una causa como esta.