Brenda Santillán Soto
Durante cinco años, la Iglesia Santa Cruz y Soledad, ubicada en la Merced, se había dedicado a brindar alimentos diarios a un promedio de 400 personas en situación de calle, pero debido a la necesidad provocada por la COVID-19, actualmente esta iglesia junto con las parroquias de San Sebastián y Cristo de la Agonía ofrecen apoyo a 1000 personas al día.
Los beneficiados de los comedores reciben dos alimentos al día (desayuno y comida) y aunque la intención principal de la parroquia es apoyar a personas en situación de calle, por la pandemia por la COVID-19 y la pérdida de empleos se optó por brindar el apoyo en los comedores a personas necesitadas ante esta situación.
La labor de la parroquia es posible gracias a diversas fundaciones e instituciones que han mantenido su apoyo en esta emergencia, como Fundación Pablo Landsmanas, Fundación Carlos Slim, Mensajeros de la Paz, el Banco de Alimentos para Todos y Fundación UNAM, entre otras.
La parroquia ha tomado las medidas pertinentes que ha informado el Gobierno de la Ciudad de México para la preparación y distribución de alimentos y las personas encargadas de la cocina atienden esas medidas mediante el uso de guantes, cubrebocas, caretas y cofia, con el objetivo de disminuir el riesgo de contagios.
Para la distribución de estos alimentos y el control de la aglomeración de las personas, el personal de la parroquia toma medidas de orden y distanciamiento de los beneficiados; en caso de contar con cubrebocas necesarios, estos son distribuidos entre las personas.
La parroquia tiene un equipo destinado para brindar agua y jabón para el saneamiento de las manos antes del ingreso por sus alimentos y las personas encargadas de distribuir el agua y jabón se protegen mediante trajes para su seguridad.
La iglesia está trabajando en un nuevo proyecto encabezado por especialistas de la Universidad Anáhuac, el cual tiene como finalidad brindar apoyo a alrededor de 80 personas en recuperación por la COVID-19.
La parroquia fue seccionada en dos partes, una donde se encuentran las personas en recuperación que serán atendidas por personas de la parroquia, tomando las medidas correspondientes de saneamiento, y en la otra sección se encontrarán personas rescatadas de su situación de calle, para no poner en riesgo su salud.
“Agradecemos a todas las personas y empresas que se han sumado y asumido esta labor al más necesitado, agradecemos sus atenciones y oraciones”, señaló el padre Benito Javier Cervantes, de la Iglesia Santa Cruz y Soledad.
Otras iniciativas
Desde el principio, la Iglesia Santa Cruz y Soledad se planteó no sólo brindar apoyo por medio de alimentos, sino que crearon retiros para rescatar a personas en situación de calle. Estos tienen duración de una semana y se llevan acabo en la finca del Silencio, la cual está ubicada cerca del volcán Popocatépetl.
Los retiros son gratuitos y están encabezados por 20 participantes, de los cuales 10 son un equipo perteneciente a la parroquia, tres son personal destinado a brindar pláticas basadas en temas de dignidad personal, drogas y situación de calle, y el resto de personas son voluntarios.
Después de estos retiros, hay personas a quienes se les otorga asilo en la parroquia, cambios de ropa y servicios de higiene, encomendándoles diversas actividades al azar. En casos más drásticos hay personas que son enviadas a centros de rehabilitación por temas de consumo de drogas.
”Tenemos personas de Honduras, Nicaragua, Centroamérica, de la República tenemos de diferentes estados, la mayoría son de la Ciudad de México”, explicó el párroco.
En conjunto con la Universidad Anáhuac y Fundación UNAM, la parroquia también realiza campañas de atención médica para que las personas en situación de calle conozcan su estado de salud y, si está en las posibilidades del proyecto, se les ofrece esa atención.