Desde Chiapas, una cooperativa ofrece un producto orgánico certificado que se mercantiliza bajo principios que apoyan a grupos indígenas locales.
Apenas 3 minutos y 24 pesos después de haber llegado al Café La Selva de la colonia Del Valle, en el Distrito Federal, Mauricio, cliente del lugar, recibió en un vaso de expreso con licor el legado histórico de más de 30 años de una comunidad típicamente cafetalera.
Se trata de la Unión de Ejidos de la Selva, organización social autónoma formada por pequeños grupos indígenas chiapanecos que se constituyó en 1979 con el fin de mejorar las condiciones de vida de sus agremiados y crear diversos métodos de subsistencia, entre los que destacan la producción y comercialización del café.
“Para hacer posible este pro-pósito, se ha optado por integrar la cadena de valor del grano, con el fin de incrementar los ingresos y tener excedentes para invertir en la infraestructura productiva y comunitaria, así como mejorar los cultivos a través de técnicas y métodos orgánicos de producción”, mencionó José Juárez, uno de los socios de la organización.
Juárez recordó que, a principios de los 80, la Unión de Ejidos empezó a producir café orgánico para elevar la calidad de la producción, optimizar el uso de los recursos naturales y explorar un nicho de mercado que ya se estaba desarrollando en Europa: el de los cafés de especialidad.
Fue hasta 1995 cuando, resultado de los esfuerzos de comercialización de la cooperativa, surgió La Selva Café como una red de puntos de venta directa de sus productos, que bajo los principios del comercio justo internacional, ofrece café orgánico certificado y la oportunidad de contribuir al desarrollo de una comunidad.
Dato Inteligente
La Selva Café es una empresa que tiene puntos de venta en el Distrito Federal, Jalisco y Chiapas. Todas sus variedades de grano se encuentran certificadas como orgánicas y están disponibles para su venta en el sitio web: www.cafelaselva.com
“Nos animan dos hechos importantes: el primero, estar aso-ciados para generar ingresos y vivir dignamente en el campo. El segundo, contener la creciente devastación de los recursos naturales que se da cuando la gente en el campo no tiene opciones”.
Lamentó, no obstante, que sigan habiendo dificultades para generar recursos humanos capacitados y tener acceso a esquemas de financiamiento oportunos.
“Nuestra expectativa a corto plazo: mejorar nuestra comunicación y calidad de los servicios que prestamos. En el largo plazo, optimizar el proceso productivo”.
José Suárez destacó que este año habrá una renovación de los puntos de venta en México y que se lanzará la marca en Estados Unidos. También reveló que la Unión de Ejidos de la Selva buscará consolidar su presencia en Francia, en el nicho de los cafés orgánicos.
Fuente: El Economista, Agroempresarios, p. 13.
Reportero: Ricardo Alonso.
Publicada: 31 de marzo de 2011.