Aunque en apariencia el sector terciario (comercio y servicios) lleva la delantera en el tema de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), el peso que tiene por unidades económicas en el país evidencia que su participación es muy menor a la que debería representar.
Para medir el avance que registra la responsabilidad social en cada uno de los sectores económicos, El Economista tomó en cuenta, a falta de otro indicador más preciso, el Distintivo Empresa Socialmente Responsable (ESR) que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) a las empresas que asumen estrategias de ese tipo.
Este año, de las 572 empresas que obtuvieron el reconocimiento, 55% corresponde al sector terciario; 38%, al industrial, y apenas 7%, al agropecuario. Una primera lectura revela que el comercio y los servicios se llevan de calle a agricultores y ganadores en la materia, mientras los industriales comienzan a dar batalla.
Segunda mirada
La perspectiva cambia si se toma en cuenta que de las 5 millones 144,056 unidades económicas del país, 88% corresponde al rubro comercial y de servicios, 11.6 al industrial y apenas 0.4% al agropecuario, de acuerdo con el censo económico del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del 2009, el más reciente a la fecha.
Al cruzar los datos se obtiene que apenas una de cada 41,088 empresas dedicadas al comercio incluye en sus estrategias acciones de RSE, lo que las ubica -de acuerdo con la revisión realizada- como las que menos acogen estas prácticas.
En contraste, una de cada 163 compañías mineras y del sector energía o una de cada 378 instituciones financieras se distingue como socialmente responsable, por lo que se colocan en el primer y segundo lugar del listado, respectivamente.
En tercer sitio se ubican las empresas dedicadas a la construcción, con una de cada 404 con el Distintivo ESR del Cemefi.
Contra lo que pudiera pensarse, el sector agropecuario destaca en su avance, con una de cada 486 empresas inmersa en esas prácticas, lo que le da el cuarto lugar.
En quinto está el nicho del transporte mientras que en sexto aparecen las manufactureras. Entre éstas, las que más adoptan estrategias responsables son las del rubro alimentos y bebidas, seguidas del farmacéutico y cosmético.
En penúltimo lugar, sólo antes del sector comercio, se ubican las empresas dedicadas a los servicios -sin contar los bancarios y del transporte-, entre las que una de cada 11,115 tiene el sello del Cemefi; entre estas compañías el tema se ha popularizado más en el rubro de la consultoría, los recursos humanos y la publicidad, seguido del turismo y el entretenimiento.
Los retos a vencer: de la tradición al conformismo
Cada uno de los sectores enfrenta obstáculos muy particulares que impiden el aumento de las prácticas responsables dentro de su nicho, coincidieron los expertos entrevistados.
Los agropecuarios, por su parte, son el sector más castigado en ingreso, facilidades legales y apoyos financieros, por lo que viven enfocados a su actividad fundamental, lo que impide que asuman o piensen siquiera en adoptar estrategias de este tipo, consideró Felipe Cajiga, director de RSE del Cemefi.
Para Klaus Gérman, director general de Accse, estos negocios actúan por costumbre o tradición sin documentar sus procesos.
Los industriales, agregó Gérman Phinder, enfrentan demasiados controles legales y esto puede llevar a algunos a pensar que cumplir con eso es suficiente.
Las empresas dedicadas a los servicios y el comercio pueden caer en la idea equivocada de que no tienen nada que hacer por el medio ambiente o la sociedad, pues no producen ni transforman nada, aunque en realidad “tienen mucho que hacer en el tema de su huella de carbono”, concluyó.
Motores
Polémicas y crisis, los catalizadores de las estrategias responsables
La mayor permeabilidad que han logrado las estrategias de RSE en sectores como el minero y el bancario tiene que ver directamente con los giros controversiales en que se desarrollan estas compañías, así como con eventos de coyuntura que ponen su desempeño en entredicho.
Para Felipe Cajiga Calderón, director de RSE del Cemefi, “las crisis y los escándalos éticos que han envuelto al ámbito financiero en los años recientes han detonado de manera importante la responsabilidad empresarial en ese sector, pues lo han obligado a fortalecer sus medidas de control para cumplir con las expectativas de sus grupos de relación”.
Entrevistado por El Economista, Cajiga Calderón agregó que esta situación de exigencia al nicho ha derivado en un aumento de los controles legales por un lado, pero también en que los bancos e instituciones del sector financiero atiendan temas como la ética y la anticorrupción al interior de sus empresas.
Punteras
Las mineras -que lideran en responsabilidad social tomando en cuenta el número de empresas con Distintivo ESR y la cantidad de unidades económicas que registra el INEGI- han entendido que su compromiso social y ambiental es mucho mayor, “por estar involucradas en un tema controversial que puede generar situaciones de riesgo para los trabajadores o la comunidad donde operan”, comentó Bárbara Torres, coordinadora de Servicios de RSE del Cemefi.
En este sector, el efecto dominó también ha disparado la responsabilidad social, pues luego de que las principales mineras se involucraron en el tema el resto de las empresas empezaron a seguir su ejemplo, mencionó.
Un tercer detonante tiene que ver con la administración de riesgos que significa para estas empresas asumir prácticas responsables.
“Para las mineras realizar estas acciones no significa sólo cuidar su imagen, sino administrar riesgos; para una empresa que por su mismo giro tiene más riesgos al operar que otras, el tema de la responsabilidad social se vuelve más importante, al final de cuentas significa que están operando con una buena estrategia, lo que fortalece y mantiene bajo control su negocio”, explicó Klaus Gérman, director general de la consultora Accse.
Fuente: Eleconomista.com.mx
Por: Alejandra Aguilar
Publicada: 12 de septiembre de 2011.