En los últimos años, el concepto «comida rápida» se ha vuelto sinónimo de una alimentación poco nutritiva y también de prácticas poco éticas. Como respuesta, han surgido algunas iniciativas empresariales que pretenden demostrar que la salud y la cadena de suministro responsables no están peleadas con el concepto de fast food. La más conocida es tal vez la cadena estadounidense Chipotle, pero LYFE Kitchen es otro experimento que vale la pena conocer.
Esta pequeña cadena, que cuenta con menos de 20 establecimientos en Estados Unidos, tiene como misión «Comer bien. Hacer el bien. Sentirse bien» y su nombre es un acrónimo de la frase Love Your Food Everyday («ama tu comida todos los días.”) Al saber esto, quizá te sorprenda enterarte de que el restaurante fue creado por dos exejecutivos de McDonald’s: Mike Roberts, quien fuera presidente global y Stephen Sidwell, antiguo jefe de comunicación de McDonald’s Estados Unidos.
En LYFE Kitchen, ningún platillo supera las 600 calorías (según reporta Fortune, en Chipotle algunas opciones rebasan las 880 calorías) ni los mil miligramos de sodio. Además, ingredientes como las grasas trans, la mantequilla, el azúcar blanca y el jarabe de maíz de alta fructuosa están prohibidos.
Otra peculiaridad de la compañía es el énfasis en los productos locales y orgánicos. Según le dijo a Fortune Jim Campbell, director de cadena de suministro, más de la mitad de los alimentos que se sirven en California en el verano proviene de productores que están a menos de 600 kilómetros de los restaurantes.
Cuando comprar local no es posible, se eligen las opciones más sustentables. Por ejemplo, el pescado proviene de Ecuador, pero se eligió una variedad que se reproduce con rapidez, por lo que no hay peligro de sobrepesca.
Por si todo esto fuera poco, las sucursales de LYFE tienen cuentan con la certificación WELL, la cual se otorga a edificios que cubren ciertos requisitos de calidad de aire, agua y luz; además de contar con mobiliario hecho con materiales reciclados y ofrecer vasos y platos de cristal, no desechables.
Los ejecutivos de LYFE pretenden abrir solo unos 10 restaurantes al año, por lo que no se puede esperar que se conviertan en locales tan comunes como los McDonald’s. Sin embargo, algo que sí se les puede pedir es que al momento de pensar en nuevas estrategias responsables no se olviden de que los salarios justos son tan importantes como los ingredientes orgánicos.