Cuando escuchamos pronunciar a Donald Trump sobre la construcción del muro entre México y Estados Unidos, la mayoría nos sorprendimos. Y es que la relación que hay entre ese país y los mexicanos, es sin dudar alguna, única.
Muchos mexicanos tienen todavía su sueño americano, debido a la obtención de mejores salarios o un mejor estilo de vida para las familias de los que se van de «mojados para el otro lado».
A pesar de eso, Donald Trump ha puesto varias limitantes para todas las personas que se van su país en busca de una mejor vida.
Hoy, la construcción del muro ya está en acción. Hace unos meses, Trump firmó una orden ejecutiva donde autorizó la construcción de una barrera infranqueable en la frontera sur.
«Lo que estoy haciendo es bueno para Estados Unidos. También va a ser bueno para México. Queremos tener un México muy estable y muy sólido».
El mandatario también dijo que esta construcción será financiada inicialmente por Estados Unidos, pero que después conseguirá que México lo reembolse al 100%.
«Todo se nos reembolsará en una fecha posterior con cualquier transacción que hagamos con México. Sólo le digo que habrá un pago, que sucederá de alguna forma, quizás de una forma complicada».
Actualmente, no hay presupuesto para la construcción del muro, pero esto no ha sido impedimento para Donald Trump para levantarlo.
Ya son cuatro empresas estadounidenses construyen desde ocho prototipos, de una altura de entre 5,5 y 9 metros, junto a la frontera, al sur de San Diego (California) y al norte de Tijuana.
Cuatro de los ejemplares son de hormigón y cuatro de otros materiales, según el Departamento de Aduanas, que elegirá posteriormente el modelo o modelos definitivos.
Se prevé que en los próximos 30 días se encuentren listos los ejemplares de muro, cada uno de los cuales costará entre 300.000 y 500.000 dólares. Las pruebas, que podrían prolongarse por un periodo de tres meses, se llevarán a cabo con la incorporación de cámaras y sensores.
Serán 2 mil kilómetros los que serán construidos y el dinero para su construcción está pendiente en su aprobación.
Se trata de mil 500 millones de dólares que reclamó al Congreso para su proyecto, Donald Trump ha ordenado la construcción de los prototipos a las empresas que ganaron el concurso para el diseño del tipo de muro.
Se calcula que el coste total de los ocho modelos en fabricación puede rondar los 3,5 millones de dólares.
La construcción se produce tiempo después de la polémica sobre un acuerdo político de Trump con la minoría demócrata sobre inmigración que nunca se confirmó.
La indecisión momentánea de Trump provocó duras críticas entre los comunicadores del entorno nacionalista, que le exigen el cumplimiento de su promesa.
Poco antes, había trascendido la grabación de su primera charla telefónica con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, a quien reconoció abiertamente que asumía que su vecino del sur no pagaría la nueva construcción, pese a su particular soniquete de que sí lo haría con el que también adornó su campaña.
La decisión de emprender la fabricación de los prototipos cerca de San Diego, concretamente en el municipio de Otay Mesa.
Mientras los operarios proceden a construir los modelos de muro, cuyos detalles también están rodeados del máximo secretismo, la seguridad se ha incrementado notablemente en la zona.
A las habituales patrullas de frontera se han sumado agentes de la policía de San Diego y del condado, así como del Servicio de Protección Federal.
¿Qué empresas quieren construir el muro?
Hace unas semanas, el gobierno de Estados Unidos dio a conocer a las cuatro empresas que van a construir el muro en la frontera con México.
Se trata de Caddell Construction de Montgomery, Alabama; Fisher Sand & Gravel de Tempe, Arizona; Sterling Construction, de Houston, Texas y Yates & Sons Construction de Philadelphia.
Esas compañías son las que construyeron los prototipos del muro en un área de San Diego California, con un presupuesto de 20 millones de dólares.
Las vallas para la construcción, deberán medir entre 5.5 y 9 metros de alto. La idea es que exista un muro sólido, hecho de cemento.
El concurso para que las empresas enviaran sus prototipos comenzó en marzo y 200 empresas lo presentaron.