Cuando adoptamos un perro que no tiene hogar y que se encuentra viviendo en la calle desde hace mucho tiempo, las consecuencias para el ser vivo cambian radicalmente, pues el cuidado y la atención que se le da es completamente distinta a que cuando estaba abandonado.
Sin embargo, la adopción de perros no es la única manera de contribuir de manera positiva en este mundo.
¿Te imaginas tener la oportunidad de adoptar una planta que actualmente se encuentra en peligro de extinción? Pues esto ya es una realidad.
¿Te imaginas tener la oportunidad de adoptar una planta que actualmente se encuentra en peligro de extinción? Pues esto ya es una realidad.
El Instituto de Biología de la UNAM tiene en su jardín botánico 300 de las 945 especies consideradas en riesgo, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana 059.
En ese jardín, el 48% de las plantas son agaváceas, 58% cactáceas y el 100% crasuláceas mexicanas, todas ellas se ven amenazadas o en peligro de extinción.
Es por ello, que el Instituto de Biología de la UNAM invita a todos los habitantes de la ciudad que se tomen el tiempo de asistir al jardín y adopten plantas en peligro de extinción. Esto, con el objetivo de lograr que sobrevivan mucho tiempo más.
La conservación de las plantas no es la única acción que se debe realizar para asegurar que ellas vivan, también se tienen que desarrollar programas de rescate, cultivo y programación de plantas en riesgo de extinción.
Hasta el día de hoy, se han logrado cultivar más de 200 especies de cactáceas, crasuláceas y orquídeas ya sea por métodos convencionales o mediante técnicas de clonación por cultivo de tejidos.
La persona que adopte una planta adquiere un compromiso serio con ella. En el Jardín botánico, hay distintas especies de plantas en peligro de extinción, las cuales están distribuidas en el lugar.
Ahí puedes encontrar el cactus columnar conocido como «viejito», roseta blanca, la flor de muerto, conchita, entre otros.
Se han logrado cultivar más de 200 especies de cactáceas, crasuláceas y orquídeas ya sea por métodos convencionales o mediante técnicas de clonación por cultivo de tejidos.
Son más de 70 especies disponibles para adopción, entre ellas hay cactáceas, crasuláceas, orquídeas, una especie de agave y una especie insectívora.
El compromiso de adoptar una planta consiste en cuidarla, informar de su estado al Jardín Botánico, custodiarla y abstenerse de introducirla al medio silvestre. También debe ser heredada, si es el caso.
Si quieres saber más sobre le proceso de adopción, checa la página oficial del Jardín Botánico de la UNAM.
Cabe mencionar que el Jardín Botánico se encuentra ubicado en la Reserva Ecológica de Ciudad Universitaria, además éste ofrece una «escuela para padres» donde se imparten talleres con el objetivo de cuidar mejor las plantas.
Para adoptar una planta, el costo aproximado es entre $60 y $150; existen ejemplares que cuestan hasta 300 pesos.
Si ya adoptaste una planta, cuéntanos en los comentarios cómo ha sido el proceso de adopción y qué te ha parecido.